Las redes sociales forman una parte esencial de la vida de las personas, compartir los estados de ánimo o momentos importantes en la vida, son experiencias que inundan los perfiles todos los días, pero ¿con qué frecuencia las personas se ponen a pensar en que la pérdida de la privacidad y la exposición de sus intereses puede representar un peligro?
El sharenting es una muestra de la vulnerabilidad en la que se puede caer con facilidad, según BBC News, esta forma de interacción en las redes consiste en documentar los primeros gestos, balbuceos, gateos, e incluso, el ingenio de los bebés conforme van creciendo.
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Es común que los padres ilusionados con sus pequeños graben y fotografíen cualquier momento tierno de sus hijos e inmediatamente lo posteen en Facebook, en Twitter o Instagram.
El sharenting, es un anglicismo formado a partir de dos palabras: share (compartir) y parenting (paternidad), así que el resultado viene a ser "compartir la paternidad". Sin embargo, los internautas no conciben lo peligroso que puede ser exponer a sus pequeños hijos de forma pública sin conocer el alcance de su publicación.
La afición por dar a conocer a los bebés en las redes, lleva a muchas personas a publicar sin ningún tipo de filtro relacionado con candados de privacidad, ecografías de sus hijos mientras se encuentran en gestación.
Algunos más, comparten fotografías de los niños con poca ropa mientras los cambian o semidesnudos mientras les dan un baño, lo que además los hace presa de pederastas o pedofilos que también navegan en el mundo virtual.
Las consecuencias del sharenting
El periódico El País entrevistó a Manuel Antonio Fernández, un médico sevillano especializado en Neurología Pediátrica, el especialista describió cinco consecuencias psicológicas que la constante exposición de los niños en las redes pueden ocasionar tanto en la familia como en los mismos menores.
- El ciberbullyng puede provocar que los seguidores de algunas cuentas rechacen las imágenes publicadas y como resultado se creen conductas de acoso o comentarios agresivos.
- El grooming implica que a raíz de la información posteada se generen burlas, estigmatizaciones de por vida o prejuicios ante conductas habituales.
- Enfrentamientos familiares, ya que un miembro de la pareja puede considerar innecesarias las publicaciones relacionadas con los menores de edad, mientras que la otra parte disfruta hacerlo.
- La falta de privacidad al dar tantos detalles sobre la vida de un menor, puede tener repercusiones a nivel psicológico o emocional, pues al crecer, los niños pueden sentirse avergonzados por su imagen mostrada sin su consentimiento.
- Los riesgos de ser víctimas de una estafa, aunque se piense que los únicos que observan los contenidos son personas relativamente cercanas, existen otras malintencionadas que buscan información sensible que puede ser utilizada para obtener algún tipo de beneficio.
La información compartida puede ser usada para extorsionar
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De acuerdo con la institución financiera Barclays, el sharenting abre caminos para que los fraudes en internet sean más fáciles de llevar a cabo, ya que la información puede ser utilizada por delincuentes para luego extorsionar a las familias.
Además, señala que huella digital que deja cualquier publicación realizada en las redes sociales puede ocasionar problemas futuros para los niños que fueron exhibidos y que pueden ser blancos de robos de identidad.