/ martes 15 de marzo de 2022

¿Consumes leche de almendra? Así es como su producción está matando a las abejas

En la actualidad la industria está valorada en 11 mil millones de dólares, pero lo más impresionante es el ritmo con el que ha crecido

¿Eres consumidor habitual de la leche de almendra? Este producto que proviene del árbol del almendro, se ha vuelto famoso en cafés trendy, en las dietas de los vegetarianos, o de gente que no puede consumir productos con lactosa.

Pese a lo agradable que puede saber, debes de saber que el costo para producirla es muy alto, e impacta principalmente a los apicultores y a las abejas con las que trabajan. Se estima que entre 50 mil millones de abejas han muerto tan sólo en el invierno de 2018 y 2019.

Te recomendamos: Por atender pandemia, México se olvidó de crisis climática

La producción afecta a las colmenas

La producción de almendras se asienta principalmente en el Valle Central de California, actualmente esta industria está valorada en 11 mil millones de dólares, pero lo más impresionante es el ritmo con el que ha crecido.

Para hacernos una idea, solamente en el año 2000, los almendros ocupaban 500 mil hectáreas en el valle. Para el año 2018, el aumento fue significativamente exponencial ya que el área que cubrían se había mínimamente duplicado. Hoy en día, los campos de almendros cubren cerca de 6mil 500 metros cuadrados.

Lamentablemente, la industrialización y la alta demanda de leche de almendra ha obligado a que un trabajo tan delicado como el que hacen las abejas se torne en algo mecánico. Además, provoca que entre abejas compitan con otras especies de abejas por alimento, como consecuencia, las abejas amenazan a las especies en peligro de extinción que ya de por sí sufren a causa del cambio climático. Así también, la polinización tan intensa de la almendra, provoca que las abejas se despierten en inverno uno o dos meses antes de lo normal lo que causa una muerte prematura.


Abeja. Foto: Pixabay


Pesticidas repercuten en salud de las abejas

El pesticida que más se utiliza en el Valle de California es el Roundup, propiedad de Monsanto. Se ha demostrado que este herbicida es letal para los humanos, ya que causa cáncer, y también es letal para las abejas.

Aunque no lo creas, las abejas también se enferman y la posibilidad de esto se incrementa si las abejas llegan a concentrarse en una misma región geográfica. En un principio los apicultores tenían que lidiar con la aparición de las famosas abejas africanas, tiempo después, tuvieron que atender el problema de un ácaro parásito, el cual se alimenta del cuerpo de la abeja, destruyendo todo su sistema inmunológico.

Para lidiar con esto, un apicultor en Estados Unidos gasta en promedio 50 mil dólares para reparar las colmenas perdidas, y otros 50 mil en tratamientos contra los ácaros.

Los pesticidas afectan seriamente la salud de las colmenas. Foto: Pixabay

¿Cuál podría ser la solución para este grave problema?

Uno de las soluciones es un programa de certificación llamado “Bee Better”. Lanzado por una asociación llamada Xerces Society, su objetivo es introducir diferentes especies de flora cerca de los almendros para controlar plagas de forma natural. También buscan plantar flores silvestres de California, entre las hileras de almendros y de flores nativas a lo largo del perímetro del huerto, para mantener a las abejas en un lugar fijo.

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Esta solución va de la mano con el problema de la mecanización del trabajo que hace la abeja. Expertos ambientales remarcan que el problema de fondo es la agricultura intensiva, en ese sentido, recomiendan que habría que reformular la manera en la que el mismo campo estadounidense produce leche de almendra.

Abejas. Foto: Pixabay




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¿Eres consumidor habitual de la leche de almendra? Este producto que proviene del árbol del almendro, se ha vuelto famoso en cafés trendy, en las dietas de los vegetarianos, o de gente que no puede consumir productos con lactosa.

Pese a lo agradable que puede saber, debes de saber que el costo para producirla es muy alto, e impacta principalmente a los apicultores y a las abejas con las que trabajan. Se estima que entre 50 mil millones de abejas han muerto tan sólo en el invierno de 2018 y 2019.

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La producción afecta a las colmenas

La producción de almendras se asienta principalmente en el Valle Central de California, actualmente esta industria está valorada en 11 mil millones de dólares, pero lo más impresionante es el ritmo con el que ha crecido.

Para hacernos una idea, solamente en el año 2000, los almendros ocupaban 500 mil hectáreas en el valle. Para el año 2018, el aumento fue significativamente exponencial ya que el área que cubrían se había mínimamente duplicado. Hoy en día, los campos de almendros cubren cerca de 6mil 500 metros cuadrados.

Lamentablemente, la industrialización y la alta demanda de leche de almendra ha obligado a que un trabajo tan delicado como el que hacen las abejas se torne en algo mecánico. Además, provoca que entre abejas compitan con otras especies de abejas por alimento, como consecuencia, las abejas amenazan a las especies en peligro de extinción que ya de por sí sufren a causa del cambio climático. Así también, la polinización tan intensa de la almendra, provoca que las abejas se despierten en inverno uno o dos meses antes de lo normal lo que causa una muerte prematura.


Abeja. Foto: Pixabay


Pesticidas repercuten en salud de las abejas

El pesticida que más se utiliza en el Valle de California es el Roundup, propiedad de Monsanto. Se ha demostrado que este herbicida es letal para los humanos, ya que causa cáncer, y también es letal para las abejas.

Aunque no lo creas, las abejas también se enferman y la posibilidad de esto se incrementa si las abejas llegan a concentrarse en una misma región geográfica. En un principio los apicultores tenían que lidiar con la aparición de las famosas abejas africanas, tiempo después, tuvieron que atender el problema de un ácaro parásito, el cual se alimenta del cuerpo de la abeja, destruyendo todo su sistema inmunológico.

Para lidiar con esto, un apicultor en Estados Unidos gasta en promedio 50 mil dólares para reparar las colmenas perdidas, y otros 50 mil en tratamientos contra los ácaros.

Los pesticidas afectan seriamente la salud de las colmenas. Foto: Pixabay

¿Cuál podría ser la solución para este grave problema?

Uno de las soluciones es un programa de certificación llamado “Bee Better”. Lanzado por una asociación llamada Xerces Society, su objetivo es introducir diferentes especies de flora cerca de los almendros para controlar plagas de forma natural. También buscan plantar flores silvestres de California, entre las hileras de almendros y de flores nativas a lo largo del perímetro del huerto, para mantener a las abejas en un lugar fijo.

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Esta solución va de la mano con el problema de la mecanización del trabajo que hace la abeja. Expertos ambientales remarcan que el problema de fondo es la agricultura intensiva, en ese sentido, recomiendan que habría que reformular la manera en la que el mismo campo estadounidense produce leche de almendra.

Abejas. Foto: Pixabay




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