La comercialización de las fantasías, entre el fetichismo y las parafilias

La base para poder comprender y experimentar de forma sana el consumo de plataformas para adultos es la educación sexual

Kevin Aragón | El Sol de México

  · viernes 15 de septiembre de 2023

Entre la amplia gama de las parafilias, la que podría ser considerada la más conocida, es el fetichismo. | Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro

Fotografías de pies o axilas, trajes de látex, prendas interiores usadas, escenas de masoquismo, modelos con atuendos de personajes de animé, son algunas de las fantasías que los generadores de contenido de OnlyFans explotan para dar gusto a sus seguidores.

Y aunque la demanda de este tipo de contenidos es muy popular, el interés por éstos en muchos casos sigue siendo un hecho incomprensible, incluso para varios de estos influencers. Tal es el caso de la cantante y actriz Ninel Conde quien ha declarado no entender el porqué gran parte de sus seguidores le piden fotos de sus pies.

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Otro caso bastante difundido ha sido el de Celia Lora, la hija de icono del rock mexicano Alex Lora, quien en varias ocasiones ha declarado su desconcierto, no sólo por el gusto recurrente de sus followers hacia sus pies, sino por otras “extrañas” peticiones, que van desde fotografías de la parte posterior de sus rodillas y de su nuca, hasta sugerencias de prácticas coprofílicas.

El erotismo no tiene valores

En entrevista con El Sol de México, el médico, educador y terapeuta sexual, Juan Antonio Rodríguez, de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (Amssac), explica se trata de parafílias, antes llamadas “perversiones”, que define como “actos derivados de fantasías sexuales, que no tienen qué ver con una relación sexual de forma directa, pero que son gustos específicos que puede generar excitación y agrupar a ciertos integrantes de la población”. Es decir, son comportamientos sexuales y no trastornos.

“Nosotros tenemos que educarnos que en temas de erotismo y de placer sexual todo es normal y permitido. El erotismo no tiene valores, nos pueden gustar cosas súper raras, entendiendo que evidentemente hay ciertos límites: como el hecho que debe haber un consentimiento entre las personas y que obviamente todos tienen que ser adultos, estar vivos y ser seres humanos. Los trastornos van más allá de eso, en ellos no hay consenso, es imposición, es lastimar y violentar, algo que en definitiva no se quiere”, agrega el especialista, quien apunta que la comprensión de estos gustos es parte de la gran amplitud de la diversidad sexual.

Parafílias, antes llamadas “perversiones”, son “actos derivados de fantasías sexuales. | Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro


El doctor Juan Antonio Rodríguez comenta que en los distintos contenidos que se pueden encontrar en plataformas de internet, como OnlyFans, no debería sorprendernos encontrar canales dedicados a diversas parafilias específicas, en los que, en teoría, hay un consenso que los usuarios aceptan al intercambiar su intimidad por dinero; el especialista advierte que desconoce las cláusulas de la plataforma.

Entender el fetichismo

Entre la amplia gama de las parafilias, la que podría ser considerada la más conocida, es el fetichismo, el cual “es el desarrollo de la respuesta sexual humana, teniendo como punto de placer, un objeto sin vida propia. Este puede ser un calzón, un calcetín, zapatos, algún color, la textura de una tela o partes del cuerpo que por sí mismo no tenga una vida propia, como es el caso de los pies, las axilas, el cabello o el bello corporal”.

Tenemos que educarnos que en temas de erotismo y de placer sexual todo es normal y permitido, dijo el especialista. | Foto: Adolfo Vladimir / Cuartoscuro

Aquí el especialista hace hincapié en necesidad de saber diferenciar entre “un fetichismo verdadero” y “vivir con rasgos fetichistas”. Pues en el primero, el objeto de deseo tiene que estar obligatoriamente para que exista una respuesta en cualquier encuentro sexual, convirtiéndose en una disfunción sexual; mientras que en el segundo, la aparición del objeto de deseo, se vuelve como un adicional de la respuesta sexual, sin su necesidad imperante.

Así, una de las teorías del origen del “fetichismo verdadero” en algunas personas, se puede explicar, a partir de que en su infancia tuvieron problemas para generar relaciones interpersonales y que en algún momento un objeto se volvió una fijación, que posteriormente se vuelve una especie de “puente” con la totalidad de lo que le puede gustar a una persona.

La base para poder comprender y experimentar de forma sana el consumo de plataformas para adultos es la educación sexual. | Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro

Entre lo perjudicial y lo lúdico

Con el llamado al reconocimiento de nuevas formas de vivir y de consumir contenido de este estilo, Juan Antonio Rodríguez, comenta que la base para poder comprender y experimentar de forma sana el consumo de estas plataformas es la educación sexual, para aprender a aceptar nuestros propios gustos y evitar el aislamiento.

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“La sexualidad de los seres humanos es compartida. Necesitamos tener relaciones sexuales, necesitamos hablar de nuestras cosas, demostrar nuestros sentimientos, en un balance de la salud sexual. Creo que el abuso de plataformas tiene casi las mismas repercusiones que el abuso de la pornografía. Si uno usa estas herramientas y depositas toda tu respuesta sexual e intensidad y emociones en ello, puede generar daños; pero un buen uso de éstas también pueden ser muy lúdicas, en el sentido en que uno puede aprender de uno mismo, de tus límites, tus gustos y fantasías”.