A medida que el nuevo coronavirus se esparce por el mundo, la venta de mascarillas de protección o cubrebocas va en aumento, con el consiguiente desabasto, el aumento de precios y la aparición de productos falsificados.
Sin embargo, si bien los cubrebocas reducen el riesgo de contagio de infecciones respiratorias, como una gripe normal o el nuevo Covid-19, su uso no se recomienda para personas sanas.
La Organización Mundial de la Salud y los centros de prevención y control de enfermedades de Estados Unidos y Europa han advertido que las compras de pánico son un gasto inútil y sólo crean escasez para una real emergencia en hospitales, y recomiendan su uso únicamente para personas con una infección respiratoria y personal médico o familiares que atienden los casos.
No obstante, en China, Hong Kong, Corea del Sur, el norte de Italia e inclusive Argentina la gente está vaciando las farmacias, de acuerdo con Bloomberg y El Clarín.
En Argentina, la compra de mascarillas por docenas está motivada por el estado de alerta ante el primer caso de coronavirus registrado en Brasil, y sus precios han pasado de cinco pesos argentinos en diciembre a 80 pesos. Según dependientes de farmacias consultadas por el diario argentino, la comunidad asiática podría estar enviándolas a familiares que viven en China.
También está creciendo la exportación de cubrebocas a países asiáticos y algunas fábricas argentinas han tenido pedidos de 20 millones desde Corea del Sur, cuando su producción es normalmente de entre 20 mil y 300 mil por mes, informa Cadena 3.
Existen principalmente dos modelos de mascarillas, las normales de tela, que protegen a quien las usa al evitar la entrada de entes patógenos, y las profesionales o quirúrgicas, conocidas como N95, que protegen a las personas del entorno al evitar la salida de virus respiratorios.
Pero la OMS reiteró, en sus recomendaciones publicadas el 29 de enero, que “llevar mascarillas quirúrgicas cuando no está indicado puede causar un costo innecesario, dificultades de abastecimiento y crear una falsa sensación de seguridad que lleve a descuidar otras medidas esenciales como la higiene de manos”.
Al respecto, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) instó a "no exagerar" ni sentir temor ante el avance del coronavirus, una afección con una tasa de mortalidad inferior a la gripe común a la que se combate con una higiene correcta.
Para el organismo, atender a cuestiones básicas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia a fin de que el virus no pueda transmitirse a través del contacto, es más efectivo que el uso de cubrebocas.
“No es necesario que todo el mundo lleve una mascarilla", una barrera que, en principio, sólo está pensada "para las personas en contacto con los enfermos o para gente que está enferma", pero no para alguien sano, afirma.
Pero, pese a las recomendaciones, la extensión del coronavirus también ha provocado el aumento de la venta de productos médicos falsificados.
En China, frente a la escasez de cubrebocas o de desinfectantes, muchos vendedores no autorizados ofrecen productos de contrabando, de baja calidad o ilegales.
Con información de AFP y EFE
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