El tapabocas ya es parte de la vida cotidiana, te protege a ti y a los demás de estar en contacto con la saliva; aunque cubre la mitad del rostro, todavía hay quienes se maquillan, sin importar que solo se vean los ojos.
Cargar el maquillaje en la mirada puede ser una buena opción, sin embargo la base o labial podrían ser una mala idea, no solo porque ensuciarás la parte interna del cubrebocas, los poros de tu piel también lo resienten.
“La piel tiene la capacidad para seleccionar las sustancias que atraviesan sus capas (epidermis, dermis, hipodermis). A esto se le denomina Grados de Permeabilidad Cutánea”, mencionan especialistas de ASH Natural Concept.
Por eso sugieren evitar el uso del maquillaje, al menos en la zona del cubrebocas, ya que al utilizarlo, se bloquea mucho más la permeabilidad en el rostro y esto ocasiona que los poros se tapen y aumentes la posibilidad de que aparezcan brotes.
Además, recomiendan que una vez en casa, laves tu cara con shampoo facial y retomes la doble limpieza: una rutina con loción facial que sea fresca, ligera, libre de aceites, que limpie a profundidad y remueva suavemente las impurezas de la piel.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cubrebocas provocaría la aparición de lesiones cutáneas de rostro, dermatitis irritativa o empeoramiento del acné cuando las mascarillas se usan por muchas horas.
Limpieza a detalle
Los especialistas sugieren que, para evitar las erupciones en la piel, puedes limpiar o lavar tu rostro varias veces; cada que vuelvas a casa y te quites la mascarilla. “Es importante que utilices una mascarilla de algodón, especialmente si tienes la piel sensible, ya que este material permite que la piel respire.
Además sugieren aplicar un tratamiento facial concentrado por la noche, en especial si has notado que te aparecen granitos en la zona en la que tu piel está en contacto con la mascarilla; lo ideal es un concentrado que solamente se utilice en los brotes y que dejes reposar mientras duermes.
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