Investigadores de Perú y Chile han descubierto que la elevada presencia de grasa que tiene una mujer en su perímetro abdominal aumenta sus probabilidades de ansiedad, uno de los trastornos mentales más comunes en el sexo femenino, según los resultados de un trabajo publicado en la revista Menopause.
La investigación, que ha sido desarrollada por expertos de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, la Universidad Nacional de Piura y la Universidad de Chile, se basó en el análisis de más de 5 mil 580 mujeres de mediana edad (49,7 años de media) para investigar si su nivel de grasa abdominal podía estar relacionado con un mayor riesgo de ansiedad.
La grasa abdominal es el indicador que mejor sirve para evaluar el riesgo cardiometabólico y, a rasgos generales, se considera que una mujer es obesa cuando el perímetro de su cintura mide más que la mitad de su estatura. El 58% de las participantes estaba en una fase posmenopáusica y el 61.3% dijo experimentar ansiedad en algún grado. Sin embargo, cuando se comparó a mujeres de la misma edad, vieron que las que presentaban más grasa abdominal eran significativamente más propensas a padecerla. La asociación preocupa porque la grasa en esa zona está relacionada con enfermedades cardíacas, diabetes, problemas de tiroides, trastornos respiratorios y abuso de drogas, entre otros problemas médicos documentados.
Además, la investigación ha demostrado también una mayor frecuencia de la ansiedad en mujeres de mediana edad, probablemente como resultado de la disminución de los niveles de estrógeno, que tiene un papel neuroprotector. "Los cambios hormonales pueden estar involucrados en el desarrollo de la ansiedad y la obesidad abdominal, por su papel en el cerebro, así como en la distribución de grasa. Y este estudio proporciona información valiosa para esta franja de edad", ha explicado JoAnn Pinkerton, directora ejecutiva de la SociedadNorteamericana de Menopausia (NAMS, en sus siglas en inglés), entidad editora de la revista que publica el estudio.