Debido a la creciente cantidad de muertes en el mundo por la epidemia de Coronavirus que ya suma 2.7 millones de personas, surge la incógnita de qué tratamiento dar a los cadáveres producto de este mal para no contagiarse.
En México la cifra de muertes ya ronda mil casos y muchos de sus deudos en muchas ocasiones demandan cumplir con una despedida adecuada para sus seres queridos. Sin embargo, bajo estas condiciones y ante la falta de información viene el desconcierto, el miedo y la falta de información ante esta situación ¿tener o no contacto con el cuerpo de una persona fallecida por coronavirus?
En algunos países se pensaba que muertos por Covid-19 debían de ser aislados y cremados para evitar contagios en lo inmediato.
En México, apenas la semana pasada la Secretaría de Salud de México tuvo una controversia por este tema: Mientras el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell había señalado que no se podrían cremar los cadáveres por contravenir la Ley General de Víctimas; la propia Secretaría de Salud a la cual representa el subsecretario, emitió un protocolo que aceptaba rendirles una velación o funeral bajo estrictas medidas de higiene.
Incluso, esta instancia dijo que se podían cremar los cadáveres, siempre que fuesen plenamente identificados. En este sentido, el ISSSTE también recomendó cremar los cuerpos, para evitar contagios.
Pero en cuanto a si es posible o no, contagiarse por tener contacto con un cadáver de coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expone que cuando se preservan los cuidados pertinentes y se da un manejo correcto al cuerpo, no hay razón para temer el contagio de Covid-19.
De acuerdo con la guía de manejo de cuerpos de esta organización internacional, "salvo en casos de las fiebres hemorrágicas (como el ébola o la fiebre hemorrágica de Marburgo) y del cólera, los cadáveres no suelen ser infecciosos".
También indica que los cadáveres con gripe pandémica pueden ser contagiosos si se manipulan los pulmones en una autopsia de manera incorrecta. “De otro modo, los cadáveres no transmiten enfermedades", puntualiza.
Por ello, en la Ciudad de México, se formularon recomendaciones para que no se realicen funerales ni practiquen necropsias, así como la prohibición de los traslados de cuerpos fuera de la ciudad.
La OMS advierte que la muerte de un sujeto no significa que el virus haya muerto con él, pues se puede dar el caso en que enfermedades de tipo respiratorio en pulmones o en otros órganos pueden mantener al virus vivo.
Es de destacar que los virus pueden liberarse de un cadáver durante el proceso de la autopsia al usar utensilios como sierras o durante el lavado del cuerpo que hacen los empleados de funerarias y servicios forenses. Por ello, se recomienda a que los familiares de la persona fallecida por coronavirus esperen a que el personal preparado y con equipamiento adecuado aíslen el cadáver para su entierro o incineración.
Esto no contraviene que se efectúe un funeral, pero la OMS subraya que debe ser con extremos cuidados, evitando tocar el cadáver y que es decisión de los familiares si sepultan o creman a su ser querido, siempre que sean profesionales capacitados los que se encarguen del proceso y ellos también guarden medidas de higiene.
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