Mi bebé... ¿vive con autismo?

Es importante que se tiene alguna inquietud sobre la conducta de su bebé es fundamental que se acerquen con los expertos

Natalia Bojorge

  · viernes 2 de abril de 2021

Ilustración: Alejandro Oyervides

“Todo momento es una gran oportunidad para estimular a tu hija o hijo, y durante los primeros años de vida cada momento es un valioso tiempo a favor del crecimiento y desarrollo de la niña o niño”, comenta la directora general de la Asociación Yucateca de Lucha Contra el Autismo y otros Trastornos del Desarrollo, Sandra Erosa Espinosa.

La especialista explica que es muy importante que si la mamá o el papá tiene alguna inquietud sobre la conducta de su bebé es fundamental que se acerquen a una institución especializada en trastornos de la conducta y autismo para que de la mano de un experto aclaren sus dudas, ya que es en la primera infancia cuando la plasticidad cerebral permite un estupendo panorama ante el tratamiento y atención.

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Erosa que es comprensible y natural que la madre y padre sientan temor si perciben algo diferente en el desarrollo de su hija o hijo, sin embargo enfatiza que es muy importante que sepan que un diagnóstico oportuno en relación a cualquier trastorno de conducta es fundamental para el bienestar y desarrollo de su hija o hijo, ya que el especialista establecerá si la conducta de su bebé obedece al Trastorno del Espectro Autista (TEA) o algún otro trastorno, y dará orientación, apoyo y guía.

¿CÓMO SE DETECTA?

Desde los primeros meses de vida puede haber señales de esta condición y es hasta los 3 años de edad cuando se puede establecer un diagnóstico formal, así lo explica la directora de la Asociación Yucateca y agrega que es por esta razón que las evaluaciones al desarrollo son tan importantes, ya que permiten clarificar a qué se deben ciertas conductas y conocer si están o no relacionadas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El TEA es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital, explica la especialista y agrega que: “existen distintos niveles de TEA, y cada caso tendrá características diferentes. Es muy frecuente que las madres y padres hagan referencia al lenguaje e indiquen que su hija o hijo no habla cuando por edad se esperaría que lo hiciera, o bien que tiene recursos lingüísticos, pero repite cosas.

Foto: Archivo

Hay otras señales como son que no mantiene contacto visual, juega en solitario y que no sociabiliza con otros niños o niñas de su edad. Pueden presentarse también movimientos particulares como son el aleteo de brazos o el movimiento de forma extraña de los dedos, además de experimentar emociones extremas, y temores sobre algo que no sucederá o bien, ausencia de temor ante peligros reales”.

Algunas señales a los seis meses:

  • Pocas o ninguna gran sonrisa u otras expresiones cálidas, alegres y atractivas
  • Contacto visual limitado o nulo

A los 9 meses:

  • Poco o nada de intercambio de sonidos, sonrisas u otras expresiones faciales.

A los 12 meses:

  • Poco o nada de balbuceo
  • Pequeños o ningún gesto de ida y vuelta, como señalar, mostrar, alcanzar o saludar
  • Poca o ninguna respuesta al nombre

A los 16 meses:

  • Muy pocas o ninguna palabra

A los 24 meses:

  • Muy pocas o ninguna frase significativa de dos palabras (sin incluir la imitación o la repetición)

Fuente: Autism Speaks, What are the signs of autism?

Ilustración Alejandro Oyervides

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el diagnóstico e intervención en la primera infancia es muy importante para lograr el máximo desarrollo y bienestar de las niñas y niños con esta condición. Además, el desarrollo en los primeros años de vida, a su vez, es un determinante de la salud, el bienestar y la capacidad de aprendizaje durante toda la vida.

FOTO: EFE

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