Delia Angélica Ortiz*
Está semana se anunció la despenalización del aborto en Veracruz. En México, ya son 4 las entidades que permiten la interrupción legal del embarazo, junto con Hidalgo, Oaxaca y la Ciudad de México.
Sé que en esta columna espera que le contemos cómo llegar al máximo placer con la posición kamasútrica del “69”, pero debo advertirle que es precisamente la posibilidad de ser dueños de nuestras fantasías lo que también nos debe hacer llegar a una reflexión fundamental: somos dueños de nuestro cuerpo.
Sin pretender hacer una lista exhaustiva de los derechos sexuales y reproductivos que tenemos todas las personas, hay que subrayar que el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo es un principio fundamental. Sin embargo, la interrupción del embarazo es también un tema muy espinoso porque es un tema muy emocional.
Hay un sinnúmero de razones por las cuales una mujer puede decidir interrumpir una gestación y debe tener las herramientas para poder hacerlo de manera segura y legal. Es por eso que hay que dedicar algunas líneas a este tema desde la educación sexual integral.
En alguna de mis clases para postularme como Educadora Sexual recuerdo que una de mis maestras hablaba de “meterle miedo” a los adolescentes sobre las responsabilidades que implica tener hijos. Los niños son gastos y gastos. Son responsabilidad. Mencionaba que habría que tener un salario de 40 mil pesos para poder pensar en tener una familia. Recuerdo que le comenté que a mí no me gusta educar desde el miedo. No tiene sentido.
Es importante educar sobre el placer, pero también sobre la responsabilidad. Los y las y les jóvenes experimentarán con su cuerpo, con o sin nuestro permiso, así que lo mejor es platicarles cómo ejercer de mejor manera una sexualidad saludable. No sólo ante embarazos no deseados, si no también por una lista de enfermedades de transmisión sexual de las que normalmente no hablamos, pero que siguen ahí.
Educar desde el miedo implica que colocaremos en ese casillero otros tantos temas como el aborto, el uso del condón, el VIH. En cambio, si hablamos desde el conocimiento informado, entonces podemos incluso saber si la posición 69 del Kamasutra es lo que realmente necesitamos en nuestra relación de pareja o si es algo que estamos idealizando.
Es importantísimo que se legalice la interrupción del embarazo porque de no hacerlo se sigue fomentando la cultura del “miedo” que lleva a prácticas deshonestas por parte de médicos que buscan tomar ventaja de aquellas mujeres que no saben cómo abortar y llegan a caer en manos de charlatanes. El miedo y el tabú solo abren la puerta a la desinformación.
En cambio, cuando una mujer sabe que puede acudir a una clínica donde de manera segura le realizarán una revisión gineco obstétrica y la orientarán para que —en caso de que así lo decida— la interrupción de la gestación sea segura, entonces estamos generando contextos saludables de información. Especialmente para aquellas mujeres que son víctimas de violencia sexual, incluso dentro de su propio matrimonio, y deben vivir embarazos forzados.
Aunque Oaxaca (2019) e Hidalgo (2021) también han despenalizado el aborto, la Ciudad de México —que despenalizó en 2007— es la entidad que tiene más experiencia en la operación de clínicas públicas y privadas para ofrecer “servicios ILE”, en referencia a “Interrupción Legal del Embarazo”. Lejos del imaginario colectivo que aún identifica a estas clínicas como servicios donde hay mujeres desangrándose, hay que explicar que desde hace tiempo, la manera más segura de abortar es con medicamento y siempre con supervisión médica.
Hago paréntesis. Con medicamento se refiere a utilizar misoprostol y mifepristona, una combinación recomendada por la Organización Mundial de la Salud para bloquear la progesterona y provocar contracciones. En aquellas entidades donde está despenalizado el aborto, se pueden adquirir estos fármacos de manera gratuita al acudir a las clínicas donde seguirán un protocolo médico y orientación reproductiva. Así que se trata de un procedimiento ambulatorio que no requiere quirófano ni estancia hospitalaria. Las pacientes salen caminando y una semana después regresan a revisión.
En aquellas entidades en las que aún no se ha despenalizado el aborto, los colectivos feministas se han organizado para ofrecer un servicio denominado “Doulas de aborto”. Son mujeres que se capacitan para ofrecer acompañamiento a quienes deciden interrumpir el embarazo en casa o incluso acompañan a aquellas que deben viajar a la Ciudad de México (y ahora a otras tres entidades más) en caso de que se requiera una Aspiración Manual Endouterina (AMEU) que es un procedimiento ambulatorio, sin dolor y que toma menos de una hora, y está recomendado para aquellas mujeres que no pueden realizar la interrupción con medicamento.
Escribo todos los detalles de cómo se realiza la interrupción, porque más que educar desde el miedo, prefiero que le expliquemos a nuestros adolescentes en qué consiste una relación sexual y una relación de pareja. Más aún, contarles qué implicaciones tiene un embarazo y cómo prevenirlo. Hablarles de las enfermedades de transmisión sexual y de cómo usar un preservativo. Y en ese combo, de una vez, hablar de la pastilla del día siguiente y de la interrupción legal del embarazo y de las doulas de aborto ¿Por qué? Muy sencillo.
Si nosotros no lo hacemos, entonces ellas, ellos y elles de cualquier manera buscarán en internet o con algún “amigo”. Francamente, prefiero que tengan información verídica de primera mano.
Ahora bien, estos temas son solo un capítulo de nuestra sexualidad. Acá mi mantra: Sexualidad es más que sexo. También hay que hablarles a nuestrxs jóvenes sobre vínculos afectivos, sobre control de las emociones, sobre qué significa “formar familia” y sobre familias diversas para que sepan que no todo es como en las películas de: mamá, papá y dos hijos (niño y niña de preferencia). Esa familia inventada por Hollywood no existe.
Hay tantos tipos de familias como se puedan imaginar y si es una decisión de vida formar una familia sin hijos biológicos, también se vale y esa es una decisión a la que pueden llegar previniendo el embarazo con herramientas de educación sexual saludable.
Delia Angélica Ortiz es divulgadora en Educación Sexual.
@mimamayelsekso