Para la cena de año nuevo es importante evitar ayunos prolongados y comer normalmente durante el día, para no “atracarse” por la noche y poner en riesgo la salud, además de que es recomendable festejar sólo con los integrantes que viven en el mismo hogar, usar utensilios individuales y no compartir alimentos del mismo plato o bebidas del mismo vaso, así como mantener la sana distancia, utilizar cubrebocas, lavar las manos frecuentemente o emplear gel antibacterial, señaló la especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en nutrición, Alma Belén Membrila Torres.
Dijo que es preferible comer en la Cena de Fin de Año platillos como ensaladas verdes o verduras salteadas y para el plato fuerte, carnes bajas en grasa como pierna, lomo o pavo horneados o enchilados, en sustitución de guisados fritos o rostizados.
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Recomendó que es mejor que las preparaciones se condimenten con especias y prescindir, en la medida de lo posible, del uso excesivo de sal, grasa y azucares.
Para los postres, la mejor opción son las gelatinas y las frutas frescas, y no las que se sirven en almíbar o con altas cantidades de azúcar, harinas o grasas en su preparación.
Antes de llegar la hora de la cena de Fin de Año, recomienda consumir los alimentos del día en la forma y horarios habituales, incluir una porción de verdura en cada tiempo, utilizar platos pequeños para evitar comer grandes cantidades y no repetir platillos.
Resaltó que comer sanamente, con alimentos ricos en vitaminas y minerales, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
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Para todos los integrantes de la familia la alimentación debe ser saludable, porque se reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión arterial o niveles elevados de colesterol o grasas en la sangre (dislipidemia), y si se padecen, se reducen complicaciones.
En la cena sugiere que se respeten las porciones de acuerdo con la edad de las personas, porque el estómago de los niños no tiene la misma capacidad que el del adulto, por lo que es recomendable que a los niños se les sirva en un plato de aproximadamente 19 centímetros de diámetro, mientras a los mayores en uno de 23.
La mitad del plato deberá contener verduras y la otra mitad, arroz o espagueti y una porción de alimento de origen animal.
Para no consumir dobles cantidades de calorías, azúcares y grasas, no servirse otra ración de la cena.
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Otra recomendación es no ingerir bebidas alcohólicas, más aun las que se mezclan con refresco porque es posible que las personas diabéticas sufran una descompensación severa.
La supervisora en nutrición resaltó que se requiere que las personas con padecimientos crónicos, como diabetes o hipertensión arterial, estén atentas a sus niveles de glucosa y de presión, y no suspender la ingesta de medicinas o tratamiento.