La farmacéutica Pfizer anunció este viernes que su medicamento experimental para tratar el Covid-19 mostró una reducción del 89 por ciento en las posibilidades de enfermar gravemente en adultos con un mayor riesgo, dando así un paso más en la carrera por desarrollar una opción accesible para contrarrestar el nuevo coronavirus.
Apenas el día de ayer Reino Unido autorizó el uso del Molnupiravir, desarrollado por Merick, que demostró una efectividad del 50 por cierto para prevenir un cuadro grave de Covid-19 en pacientes con algún factor de riesgo, y este viernes el desarrollador de la primera vacuna contra el SARS-CoV-2 prácticamente duplicó la oferta.
El Paxlovid, como la empresa estadounidense comercializará el fármaco PF-07321332, había demostrado ser un "potente inhibidor de proteasas con actividad antiviral contra el SARS-CoV-2" y otros coronavirus durante las fases anteriores de su estudio.
Tras los resultados dados a conocer este viernes, Pfizer anunció que su píldora podría obtener la aprobación de Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) antes de terminar el año.
¿Cómo funciona el Paxlovid?
La píldora se administra en combinación con un antiviral más antiguo llamado ritonavir. El tratamiento consiste en tres píldoras que se administran dos veces al día. Lleva casi dos años en desarrollo.
Estas pastillas para el Covid-19 están pensadas para que los enfermos las utilicen cuando tienen síntomas leves y se encuentren en sus casas, a diferencia de los tratamientos que más resultados han dado hasta ahora, como el Remdesivir, que tienen que administrarse en hospitales y que en general se reservan a pacientes más graves.
Los inhibidores de proteasa son un tipo de medicamento que impide que los virus se repliquen. Su mecanismo de acción consiste en que se unen a una enzima llamada proteasa, lo cual evita que el virus se replique en la célula. Son muy utilizados en tratamientos contra el VIH y Hepatitis C.
El análisis planificado de mil 219 pacientes en el estudio de Pfizer analizó las hospitalizaciones o muertes entre las personas diagnosticadas con Covid-19 leve a moderado con al menos un factor de riesgo para desarrollar una enfermedad grave, como la obesidad o la edad avanzada.
Según halló el estudio, el 0.8% de los que recibieron el fármaco de Pfizer dentro de los tres días posteriores al inicio de los síntomas fueron hospitalizados y ninguno había fallecido 28 días después del tratamiento. Esto se comparó con una tasa de hospitalización del 7% para los pacientes con placebo, en cuyo grupo hubo siete decesos.
Las tasas fueron similares para los pacientes tratados dentro de los cinco días posteriores a los síntomas: el 1% del grupo de tratamiento fue hospitalizado, en comparación con el 6.7% para el grupo de placebo, que incluyó 10 muertes.
¿Qué es un antiviral?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que, al inicio de la pandemia, la financiación y la investigación se centraron en el desarrollo de vacunas, lo que explica en parte el retraso en el desarrollo de antivirales contra el coronavirus.
"Los virus son pequeñas máquinas que necesitan ciertos componentes para replicarse", explica Dari Hazuda, bioquímica. "Los antivirales suelen ser pequeñas moléculas químicas, desarrolladas para interferir en esta maquinaria", dice. "Introducen una mutación en el virus, y cuando esto ocurre varias veces, estas mutaciones reducen la capacidad del virus para replicarse", agrega. Al frenar la enfermedad, se pueden evitar los casos graves, las hospitalizaciones y las muertes.
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Vacunas siguen siendo la mejor defensa
Incluso con el potencial que ofrecen las píldoras de Pfizer y Merck, la prevención de las infecciones por Covid-19 mediante el uso generalizado de vacunas sigue siendo la mejor manera de controlar una pandemia que ha matado a más de 5 millones de personas en todo el mundo, incluidas más de 750 mil en Estados Unidos, según los expertos en enfermedades infecciosas.
"Las vacunas van a ser la herramienta más eficaz y fiable que tenemos en esta pandemia", dijo la doctora Grace Lee, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. "Estos medicamentos orales van a aumentar nuestra capacidad de reducir realmente el riesgo de enfermedad grave, de hospitalización y de muerte, lo cual es enorme, pero no impedirá la infección".
Con información de Reuters