El útero didelfo es una malformación congénita, ocasionando que el útero tenga su cavidad dividida en dos partes por un septo o tabique, el cual puede ser completo llegando al cérvix o solamente alcanzar 2 tercios, la mitad o 1 tercio de la longitud de la cavidad uterina.
Este se produce posterior a una falla en la fusión de los conductos müllerianos, resultando dos cavidades uterinas diferentes y dos cérvix que se unen en el extremo uterino inferior.
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En la mayoría de los casos esta malformación se asocia a un tabique vaginal longitudinal. Todo esto debido a deficiencias en el proceso de formación de los conductos müllerianos. Los embarazos gemelares en úteros didelfos se estiman en uno por cada millón de embarazos, pero en la actualidad se encuentran reportados pocos casos en el mundo, en un estudio por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Conductos müllerianos
Las anomalías müllerianas son un conjunto de anormalidades del desarrollo de útero, trompas de falopio y vagina que se originan, durante el período embrionario, por un defecto de la fusión de conductos embrionarios conocidos como Conductos de Müller.
En la mayoría de los casos, su causa obedece a trastornos genéticos y, en el pasado, a la exposición materna a dietilestilbestrol (DES).
Los síntomas asociados a este tipo de anomalías incluyen:
Ausencia de menstruación (amenorrea).
Menstruación dolorosa.
Infertilidad.
Aborto a repetición.
Aproximadamente 30 por ciento de estas pacientes presentan concomitantemente anomalías del sistema urinario.
Diagnóstico clínico
Un útero doble se puede diagnosticar durante un examen pélvico de rutina cuando el médico observa un cuello del útero doble o siente un útero con forma anormal. Si el médico sospecha que hay una anomalía, es posible que recomiende una de las siguientes pruebas:
Ecografía. En esta prueba se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes del interior del cuerpo. Para captar las imágenes, se utiliza un dispositivo llamado transductor que se presiona contra la piel abdominal o se introduce en la vagina (ecografía transvaginal). Ambos tipos de ecografía se pueden realizar para obtener la mejor vista. Se puede usar una ecografía tridimensional cuando esté disponible.
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Sonohisterograma. Es un examen de ecografía, se realiza después de inyectar líquido mediante un tubo que se introduce dentro del útero a través de la vagina y del cuello del útero. Esto le permite al médico buscar problemas en la forma del útero.
Resonancia magnética (RM). La máquina de RM es similar a un túnel que tiene ambos extremos abiertos. La paciente se recuesta en una mesa móvil que se desliza hacia la apertura del túnel. Este procedimiento que no produce dolor utiliza un campo magnético y ondas radioeléctricas para crear imágenes transversales (de un lado al otro) del interior del cuerpo.
Histerosalpingografía. Durante una histerosalpingografía, se inyecta un tinte especial dentro del útero a través del cuello del útero. A medida que el tinte se mueve por los órganos reproductores, se toman radiografías para determinar la forma y el tamaño del útero, y si las trompas de falopio están abiertas, en un estudio publicado en la revista del Instituto Nacional de Salud.
Tratamiento médico
Si se tiene un útero doble, pero no se experimenta signos ni síntomas, muy rara vez se requiere tratamiento. Muy pocas veces se realiza una cirugía para unir un útero doble; no obstante, la cirugía puede ayudar a sostener un embarazo en los casos en los que haya una división parcial del útero y una pérdida de embarazo previa sin otra explicación médica.
Si se tiene vagina doble aparte de útero doble, probablemente se requiera de una operación para extirpar la pared de tejido que separa las dos vaginas. Esta operación hará que tener un bebé sea un poco más fácil.