El Gobierno de la Ciudad de México repartió durante un año más de 223 mil tratamientos que contenían ivermectina a enfermos de Covid-19, lo que ha desatado una ola de críticas luego de que el regulador de medicamentos de Estados Unidos pidió que este no fuera utilizado para el tratamiento de esta enfermedad.
Lo primero que hay que precisar es que la ivermectina es un compuesto medicinal formado por una mezcla de avermectina B1a y B1b, químicos que son derivados macrocíclicos de la lactona producidas por la actinobacteria Streptomyces avermitilis.
➡️ Reparten 223 mil 274 kits con ivermectina, medicamento no autorizado contra Covid
En cuanto al medicamento para uso humano, se encuentra en forma de comprimidos o gotas, pues se ingiere por vía oral y es utilizado para combatir parásitos, incluso se puede encontrar en forma de crema para el tratamiento de la rosácea.
➡️ Es una campaña de desprestigio: Sheinbaum sobre caso ivermectina
Por otra parte, también tiene un uso en la medicina veterinaria, en la que es utilizada de manera inyectable o por vía oral para ayudar a equinos, bovinos, caprinos, ovinos, suinos, caninos y felinos en el alivio de nematodiasis, garrapatas y sarna.
Pese a que hasta el momento se sigue estudiando su uso contra el chikungunya, la Covid-19 y la fiebre amarilla, hasta ahora no se tiene nada comprobado en su totalidad.
¿POR QUÉ LA FDA NO APRUEBA EL USO DE LA IVERMECTINA CONTRA LA COVID-19?
Desde que se incrementó el uso de la ivermectina para el tratamiento de la Covid-19 la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) indicó que este medicamento está aprobado pero sólo para el tratamiento de parásitos en animales.
En lo que respecta a humanos, este compuesto sólo está aprobado en dosis muy específicas para tratar a algunos gusanos de parásitos, además de que existen algunos ungüentos para el tratamiento de piojos e infecciones cutáneas.
En contraste para quienes lo han aplicado para combatir el SARS-CoV-2 hay quienes han requerido atención médica e incluso hospitalización luego de consumir medicamento que es específico para ganado, además de que no hay datos que demuestren la eficacia de la ivermectina contra el coronavirus, pero continúan los estudios sobre el tema.
Por otra parte los especialistas recomiendan que en caso de que el médico recomiende el consumo de este medicamento, se siga al pie de la letra el consumo de la dosis indicada, además de que el producto sea adquirido mediante establecimientos verificados, esto debido a que los medicamentos destinados para animales son diferentes a en cantidades a las de uso humano.
Pese a que la ivermectina en humanos se puede combinar con otros medicamentos, el sufrir una sobredosis de este fármaco puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, hipotensión, reacciones alérgicas, mareos, ataxia, convulsiones, coma e incluso la muerte.
¿QUÉ TIENE QUE VER EL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO CON LA IVERMECTINA?
Las críticas cobraron fuerza recientemente luego de que se diera a conocer que el Gobierno de la CDMX repartió este tratamiento a miles de pacientes de Covid-19 pese a las recomendaciones de las autoridades sanitarias tanto externas como del propio país.
Y es que además de no acatar las recomendaciones sanitarias, lo que también impulsó los comentarios contra el gobierno de Claudia Sheinbaum fue que la inversión para la compra de este medicamento fue de más de 29 millones de pesos.
Ante estos señalamientos, la administración estatal indicó que la decisión de la compra se tomó con base en información que se encontraba disponible en 2020 y que incluso se encontraba sustentada científicamente.
A esto se suma que también fueron adquiridas 93 mil cajas de azitromicina, otro antibiótico que también se ha desaconsejado para el tratamiento de la Covid-19.
Cabe señalar que la entrega de estos kits médicos arrancó en diciembre del 2020 y eran otorgados en los kioskos en los que la ciudadanía acudía a realizarse pruebas para detectar el coronavirus, en caso de dar positivo al virus y ser menos propensas a empeorar.
Nota publicada originalmente en El Sol de Puebla
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