En Brasil, una mujer dio a luz a un bebé que pesa 7,3 kilogramos y mide 59 centímetros el pasado 18 de enero en el hospital Padre Colombo, en Parintins, Amazonas brasileño. El recién nacido es llamado “bebé gigante del Amazonas” debido a su condición, la cual es inusual, pues en promedio, un varón recién nacido pesa 3.3 kg.
Esta condición es conocida en la medicina como “macrosomía fetal” y está presente en un 9% de recién nacidos en todo el mundo, según datos de la Clínica Mayo. El recién nacido de mayor peso a nivel mundial del que se tiene registro es de 10,2 kg, en el año 1955 en Italia.
¿Qué es la macrosomía?
Esta condición médica se diagnostica cuando un recién nacido pesa más que el promedio (3,3 kg en los niños y 3,2 en niñas). Se considera que un bebé tiene este padecimiento cuando su peso es de más de 8 libras. Los riesgos son mayores cuando llega a pesar más de 9 libras (4,823 kg), pues puede complicar el parto vaginal y poner en peligro de lesiones al bebé durante el nacimiento, además de aumentar las probabilidades de futuros problemas en su salud, tales como sobrepeso u obesidad a los 7 años o diabetes tipo II más adelante.
Riesgos durante el parto
- Los bebés con esta condición tienen más dificultades para moverse a través del canal de parto a causa de su tamaño. Un riesgo común es que el hombro del recién nacido se atasque detrás del hueso púbico de la madre, lo que hace que no pueda respirar y el cordón umbilical se comprima.
- Aumenta el riesgo de desgarro vaginal y hemorragia posparto en la madre.
- Prolongación de la segunda etapa del trabajo de parto.
- Mayor probabilidad de que la madre contraiga infecciones, hematomas o retención urinaria.
Síntomas durante el embarazo
Esta condición es muy difícil de detectar y diagnosticar durante el embarazo, pero factores genéticos y afecciones de la madre –como lo puede ser la obesidad y diabetes– aumentan el riesgo de macrosomía fetal en el bebé.
Algunos signos que podrían indicarla son:
- Exceso de líquido amniótico: el líquido amniótico es el que rodea al feto dentro del útero, protegiéndolo durante el embarazo. La cantidad de líquido a las 34 semanas de embarazo es en promedio 800 ml y a las 40 semanas, 600 ml. Un exceso de este líquido se traduce en anomalías congénitas como lo es la macrosomía, pues este refleja la producción de orina del bebé, por lo que un bebé más grande producirá más orina.
- Considerable altura del fondo uterino: durante las visitas a ginecología en el embarazo, el especialista puede medir la altura del fondo uterino (distancia en centímetros desde la parte superior del útero al hueso púbico), una altura mayor de la esperada, puede ser un indicativo de esta condición. Después de la semana 24, la altura del fondo crece conforme a las semanas de embarazo. Si una mujer embarazada tiene 27 semanas, la altura esperada es de 27 centímetros aproximadamente.
¿Qué provoca la macrosomía?
Hay ciertos factores que aumentan el riesgo de que la madre dé a luz a un bebé con macrosomía fetal, de los cuales unos pueden controlarse. Pero a veces se desconoce qué es lo que causa que un bebé nazca más grande que el promedio. Algunos factores son:
- Que la madre tenga obesidad.
- Excesiva subida de peso en el embarazo.
- Diabetes gestacional: el aumento de la resistencia a la insulina por parte de la madre durante el embarazo, incrementa la glucosa que pasa de la placenta al feto.
- Embarazo después de los 35 años aumenta hasta el 20% la probabilidad de tener un bebé con macrosomía.
- Embarazos de más de 40 semanas.
- Los niños tienen mayor probabilidad de nacer con esta condición que las niñas.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua
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