Prevenir el corte de agua que vivirá la Ciudad de México mediante la compra de agua embotellada y su almacenamiento también debe ser un tema de preocupación y cuidado entre los capitalinos pues deben existir medidas para asegurar que la calidad de esta se mantenga.
Según dice Ana Cecilia Espinosa, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, sobre el agua embotellada hay puntos que se deben considerar, pues desafortunadamente los controles de calidad del líquido se hacen complicados cuando quienes deben controlar esa calidad son entidades u organizaciones muy pequeñas, aunque las grandes marcas garantizan en un nivel más alto su calidad con un sistema establecido.
“El hecho de que estén embotelladas no quiere decir que son 100% puras y que para siempre estarán puras, debemos de tener bien presente que tienen caducidad.
No porque estén cerradas se van a mantener siempre bien, si optan por agua embotellada se debe manejar el uso del agua, no almacenarla, usarla en cuanto sea posible y no guardarla para meses porque tienen caducidad. No es agua estéril, sólo es agua purificada apta para consumo... cuando esas aguas son embotelladas y puestas a la venta cumplen con la normatividad pero eso puede cambiar con el tiempo”, recomienda.
Cada botella tiene grabada la fecha de envase y la recomendada de uso, como cualquier alimento, por lo que es importante detectarla. Normalmente son meses en los que se tienen buena condición pero puede que cada botella haya pasado tiempo esperando en tiendas o anaqueles por lo que hay que considerar cada detalle para poder consumir estos productos.
“Sobre las purificadoras de relleno tienen que cumplir con normas, es importante que el recipiente esté limpio y preguntar, tenemos derecho de preguntar cuándo se les hizo su última inspección y si están en regla”, considera.
ALMACENAMIENTO
Espinosa apunta que el almacenamiento de agua en cisternas o tinacos también debe de considerar su buen cuidado pues el líquido “no puede estar para siempre en recipientes que no son estériles. Si el agua esta ahí, se le considera estancada o pueden crecer algas y la podemos evitar si se usa antes de que suceda”, cuenta.
La recomendación es que cada tres días se utilice un tercio de lo que está almacenado.
“Es la tasa de recambio que debemos establecer en estos días para que no se eche a perder, entre comillas, el agua. Un tercio de lo que se almacena tiene que consumirse en tres días. Ese tercio, se debe restablecer, es un proceso de dilución y luego consumes otro tercio”, menciona.
“Mucha gente no paga el agua, los precios son baratos en general en el país. Tenemos que dirigirnos de manera recomendable a un sistema de calidad en el que participen los ciudadanos con consciencia de que es un recurso que está siendo escaso en el mundo y que hay que cuidarlo mucho más”, dice la especialista.