Los recientes acontecimientos en la historia anuncian un cambio radical de época, siendo las principales causas el cambio climático, las crisis ambientales (sequías, pérdida de biodiversidad y pérdida de ecosistemas) y la reconstrucción social, las cuales tendrán que venir acompañadas de la racionalización proclamando los valores de la vida, la equidad social y el compromiso con las generaciones venideras.
¿A qué se refiere y cómo debe ser la racionalización ¿Cómo nos afecta?
En octubre de 1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (World Commission on Environment and Development), para atender un urgente llamado formulado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en propósito fue establecer una agenda global para el cambio. La Comisión partió de la convicción de que es posible construir un futuro más próspero, más justo y seguro para la humanidad.
De estos eventos nace el concepto de desenvolvimiento sustentable, que tuvo una amplia divulgación a partir del Relatorío Brundtland Nuestro Futuro Común de 1987, donde se enuncia que "Aquel que responde a las necesidades del presente de forma igualitaria, pero sin comprometer las posibilidades de sobrevivencia y prosperidad de las generaciones futuras". De esta frase surge la palabra sustentabilidad.
Qué contempla lo sustentable
Para entender la definición se involucran aspectos muy importantes, entre los cuales podemos contemplar:
• Lo finito del planeta, así como con la escasez de los recursos naturales.
• El crecimiento exponencial de la población y la contaminación.
La interacción de estos aspectos tiene varias implicaciones; de un lado, los recursos naturales, las materias primas y la energía que se utilizan en los procesos productivos se explotan más rápidamente de lo que puedan restablecerse o producirse.
Asimismo, se agota la capacidad natural del planeta de absorber los gases que producen el efecto invernadero y de esta manera, liberarse de los contaminantes generados por las prácticas actuales de energías no limpias que se utilizan en la mayoría de las industrias de la Tierra.
En otros términos, el concepto de sustentabilidad facilita entender que estamos ante un mundo con recursos naturales escasos y un sinfín de necesidades de una población que crece y demanda un desarrollo económico y tecnológico que viene acompañado de un consumo de recursos energéticos que generan una gran contaminación y degradación del planeta.
La sustentabilidad nos permite tener una visión en la cual el tiempo juega un papel muy importante puesto que lo sustentable está vinculando con la correlación entre la humanidad y el tiempo. De aquí que el informe Brundtland considere que «El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades». Es decir, nos están señalando que las generaciones actuales que habitamos el planeta no debemos pensar solo en el presente, sino aprender a administrar los recursos tomando en cuenta a las generaciones venideras.
¿Como podemos contribuir a un futuro sustentable?
Todos podemos sumar con pequeñas acciones que pueden provocar grandes cambios.
Para comenzar, disminuir el uso de plásticos y lograr un reciclaje y buen manejo de este material, de manera local.
La materia prima para la fabricación de este utiliza alrededor del 4% de la producción mundial de petróleo y gas, (recursos no renovables), sumado a esto, otro 4% es utilizado para la producción de energía necesaria para la elaboración de los mismos.
La mayoría de los plásticos no son biodegradables, muchos de los polímeros con los que son fabricados durarán siglos, acumulándose en los basureros y contaminado la naturaleza; por eso, es urgente optar por acciones como el reciclaje y tratar de consumir en menor proporción materiales de plástico, disminuyendo su consumo y evitando un mayor desecho de estos.
Otra de las acciones que se pueden considerar es disminuir el consumo de energía en los hogares y oficinas; puedes adoptar diferentes medidas para disminuir el uso de energía tales como: la reducción en el tiempo de uso de aparatos electrodomésticos utilizando en lo más mínimo aparatos como el calentador del agua, el horno de microondas, televisores y lámparas, en otras palabras, usar lo estrictamente necesario.
Evita el consumismo y el ahorro de energía y preguntándote a manera personal ¿realmente necesito esto?; una evaluación a consciencia de los hábitos que es el primer paso para una vida sustentable.
Más acciones concretas
En el año 2015, la ONU aprobó la llamada Agenda 2030 enfocada en el desarrollo sostenible, áreas vitales a considerar para contrarrestar las afectaciones que el humano ejerce en el planeta; en esta agenda destacan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que contemplan desde combatir el cambio climático, mejorar la educación, la igualdad de género, hasta la defensa del medio ambiente, emplear energías no contaminantes y la vida terrestre y marina.
Finalmente, y no porque sea un tema que concluye, solo estas páginas, porque la conversación se queda abierta. La Organización de las Naciones Unidas sugieren diez acciones con impacto, que lo que lograrán es sumar a una vida más sustentable. Aquí algunas de ellas:
- Ahorra energía en casa
- Desplázate a pie, en bicicleta o en transporte público
- Come más verduras
- Considera tus desplazamientos
- Tira menos comida
- Consume menos, reutiliza, repara y recicla
- Cambia el tipo de energía de tu casa
- Cambia a un vehículo eléctrico
- Elige productos ecológicos
- Expresa tu opinión
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