PANAMÁ. Después de ocho meses de confinamiento, Ricardo desempolvó la guitarra, el traje de mariachi, se puso la mascarilla e inició al amanecer una maratón de serenatas por el Día de la Madre en Panamá, en un año en el que el covid-19 le arrebató a la suya.
"A ti te dedico mis versos, mi ser, mis victorias. A ti mis respetos señora, señora, señora", dice una canción popularizada por Denisse de Kalafe, y que ha sido una de las más demandadas para las serenatas en este 2020, cuenta Ricardo Acosta, director de Mariachi Rey Azteca.
A diferencia de otros países de América Latina, en Panamá el Día de la Madre se celebra el 8 de diciembre, que coincide con la Fiesta de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Como a muchos artistas en el mundo, para Ricardo este año de pandemia ha sido duro en términos económicos.
Con el extendido confinamiento, no había podido trabajar. Padre de cuatro hijos, recibió un subsidio de 100 dólares mensuales que entrega el gobierno.
AÑO DOLOROSO
Al infortunio se sumó la muerte de su madre, que se contagió de Covid-19. "Mi madre falleció hace seis meses. Salir a trabajar un Día de la Madre, triste, y saber que no está", explica este músico de 46 años, con 28 de trayectoria.
"Hay señoras muy similares a mi madre, y para mí es difícil cantar", dice, mientras algunas lágrimas le mojan el barbijo. Así es la vida del artista.
Los mariachis pasaron por los barrios de Chanis, Pedregal y principalmente San Miguelito, en la capital. Las madres los esperan en los descansos de las escaleras, en los balcones, en los portales de las casas o en los templos.
"Ha sido un año muy diferente. Yo al menos la he pasado muy triste porque el 3 de noviembre se me fue mi esposo al cielo. Así que la tristeza es grande. El momento en que llegaron los mariachis me acordé que el año pasado la pasamos juntos", cuenta Rosa de Modes, de 84 años.
Varias madres como ella se han juntado en la iglesia Cristo Resucitado. "El año pasado la pasamos juntos aquí mismo con mi esposo en la parroquia. Estos días no lo tengo pero, bueno, yo sé que él está conmigo", agrega.
Unos metros más allá, María de los Santos Sosa, de 65 años, se conmueve en medio del homenaje y abraza con fuerza una rosa que recibió.
MARIACHI BIOSEGURO
Quitarse la mascarilla para soplar la trompeta. Volvérsela a poner. Cantar desde fuera de las casas guardando el distanciamiento social. Reducir el conjunto de cinco miembros a tres para no viajar amontonados en el auto. El Mariachi Rey Azteca tomó todos los cuidados.
La música tradicional mexicana es muy demandada en celebraciones familiares. Debieron llenar de explicaciones al Ministerio de Salud para que les permitieran salir con las serenatas, tradicionales en Panamá por esta fecha.
Panamá reactivó sus actividades económicas hace algunas semanas, pero se ha reportado un repunte en los casos Covid-19 y los hospitales han encendido las alarmas, por saturación de pacientes.
El gobierno amplió el toque de queda desde las 21:00 hasta las 5:00 horas. Con cuatro millones de habitantes, este es el país con más casos del nuevo coronavirus en Centroamérica.
"Las serenatas se daban en las madrugadas, porque la gente quiere despertar a su madre con alegría", detalla Ricardo.
En épocas prepandémicas, llegaban a hacer 30 serenatas en el Día de la Madre, a 150 dólares el show. Ahora sólo consiguieron ocho funciones y bajaron la tarifa a 100 dólares. "Las personas tuvieron miedo de contratar, tuvimos cancelaciones", dice.
"Sabemos que es un problema grande mundialmente. Pero necesitamos trabajar (...) Hay optimismo, Esperemos que en el 2021 se acomode", explica.
Antes de seguir su recorrido, los mariachis le regalan a la audiencia un tema más, que probablemente resume su actitud frente a la pandemia: "Canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones".
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