Al menos dos supuestos cazadores furtivos han muerto devorados por leones en la reserva de Sibuya, en el sureste de Sudáfrica, informó hoy el dueño de ese espacio natural, Nick Fox.
Vigilantes de la reserva descubrieron esta semana los restos de dos personas en una área poblada por leones, aunque podrían incluso ser tres.
"A juzgar por los zapatos y objetos hallados en la zona, sospecho que dos o quizás tres (cazadores furtivos) murieron. Los restos estaban esparcidos en una área muy amplia, lo que dificulta el rastreo en el lugar y la recopilación de todas las pruebas", declaró Fox al diario local "Sowetan".
El propietario de la reserva, próxima a la ciudad de Kenton-on-Sea, señaló que el grupo de intrusos penetró en Sibuya entre la noche del domingo pasado y la madrugada del lunes.
"Iban armados, entre otras cosas, con un potente rifle con un silenciador, un hacha, cortadores de cable, y tenían comida para varios días: todas las marcas de una banda intentado matar rinocerontes para extraer los cuernos", explicó Fox en la página de reserva en la red social Facebook.
Fue el martes por la tarde cuando un guía alertó a los vigilantes de que había restos humanos en el parque natural.
"Está claro que los furtivos se toparon con una manada de seis leones", precisó el dueño.
El portavoz policial Mali Govender indicó que los investigadores han recogido restos humanos que se han enviado a expertos forenses, así como la citada arma de fuego para averiguar si se ha usado en actividades de caza ilegal o crímenes.
Con una población de unos 20.000 rinocerontes, Sudáfrica concentra el 80 por ciento de la población total de estos animales en África.
Desde 2013, más de 1.000 rinocerontes mueren cada año en este país abatidos por los furtivos, que les extraen el cuerno para venderlo en los mercados asiáticos.
Los productos elaborados a base de cuerno de rinoceronte son muy populares en China y Vietnam, donde esta materia prima se asocia al éxito social y se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.