Las medidas para prevenir que su esposo saliera a alcoholizarse como acostumbraba cada que regresaba de trabajar surtieron efecto con el último recurso: amarrarlo mientras dormía la siesta.
Los hechos ocurrieron en Huimanguillo, en Tabasco, donde una mujer de la tercera edad aprovechó que su esposo decidió tomar un descanso en la hamaca de la casa, corrió por una cuerda, y comenzó a enredar sus brazos y piernas.
De acuerdo a la publicación de “Voces de Paraíso”, medio local en Tabasco, el hombre estaba acostumbrado a salir a beber con sus amigos todos los fines de semanas hasta embriagarse y perder la razón.
Harta, su esposa se cansó y tomó medidas drásticas: lo amarró a la cama móvil, común en zonas costeras o calurosas.