Washington.- Tras años de estímulo, la ReservaFederal (Fed) de EU, objeto de fuertes críticas por parte delpresidente electo Donald Trump, se enfrenta ahora al reto decontrolar la política monetaria y la apreciación del dólarproducida desde las elecciones, que se espera siga con el nuevoGobierno.
El plan económico del presidente electo incluye unagresivo estímulo fiscal a través de un aumento del gastopúblico en infraestructura y en reducción de impuestos, algo queobligaría a acelerar el ritmo de ajuste monetario en EU paraevitar un sobrecalentamiento de la economía.
Los analistas consideran que esta lógicaprofundizará la actual apreciación del dólar, que prosigue sumarcha alcista y ha subido un 3,3 % en la última semana respecto auna cesta de principales divisas globales tras la sorprendentevictoria electoral de Trump sobre la demócrata HillaryClinton.
De hecho, el dólar se cotizaba el pasado viernesfrente al euro por debajo de los 1,06 dólares, en niveles novistos desde hace un año y lo que ha vuelto a desatar laposibilidad de una próxima paridad entre ambas monedas.
Otras monedas han mostrado aún mayor debilidad: elpeso mexicano ha caído frente a la divisa estadounidense un 10 %desde el pasado 8 de noviembre y el real brasileño un 6 %.
Así lo expresó Olivier Blanchard, execonomista jefedel Fondo Monetario Internacional (FMI) y actual investigador delPeterson Institute of International Economics, un centro deestudios en Washington, quien señaló que "habrá más gasto ymayores déficit, lo que en una economía que ya opera cerca de supotencial, provocará mayor inflación".
La tasa de desempleo, actualmente en el 4,9 % seencuentra en niveles de pleno empleo; y la inflación, que haestado durante años por debajo de la meta del 2 % del bancocentral, ha mostrado signos de repunte en los últimos meses yestá ahora en el 1,6 % interanual.
"La inflación puede que no crezca demasiado, perocrecerá, lo que potencialmente llevará a la Fed a reaccionarelevando los tipos de interés más rápido de lo esperado antes delas elecciones", apuntó Blanchard al comentar las implicaciones dela llegada de Trump a la Casa Blanca.
Los tipos de interés de referencia se encuentranactualmente entre el 0,25 % y el 0,50 %.
Como consecuencia, agregó, "es más que probable queel dólar se aprecie, llevando irónicamente a mayores déficitcomerciales, algo que precisamente el candidato Trump indicó quequería combatir".
Esta semana, la presidenta de la Fed, Janet Yellen,marcó su territorio al recalcar que su intención es cumplir"hasta el final" su mandato, que culmina a comienzos de 2018.
Así respondía a las críticas de Trump, quiendurante la campaña aseguró que la Fed responde a consideraciones"políticas".
"Esta Janet Yellen de la Fed. No está haciendo sutrabajo. El día que el presidente Barack Obama se vaya, cuando laFed eleve los tipos de interés, vamos a ver que suceden cosas muymalas", dijo.
Ante el comité conjunto del Congreso y en su primeracomparecencia pública tras el triunfo de magnate neoyorquino,Yellen subrayó "el alto nivel de incertidumbre" existente sobre elnuevo Gobierno estadounidense, y señaló que el banco centralactualizaría sus perspectivas económicas cuando haya "másclaridad".
Yellen seguirá, de este modo, al frente del bancohasta 2018, cuando el presidente estadounidense deberá optar pormantenerla en el cargo o sustituirla.
En este periodo la Fed, que cuenta con un doblemandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios,podrá verse, por primera vez en más de una década, en el otrolado del tablero monetario.
Después de años tratando de impulsar la renqueanteeconomía y favoreciendo un dólar barato para salir de la crisis,la mayor desde la Gran Depresión de 1930, el banco central deberáahora rápidamente adaptarse a una nueva y sorprendente realidadmonetaria: contener la economía y controlar el dólar.
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