- La UE pidió a la empresa dejar de compartir los datos de sususuarios hasta que se aporten las adecuadas garantíasjurídicas
BRUSELAS, Bélgica. (AFP). La nueva política deconfidencialidad de WhatsApp, que le permite compartir los datos desus usuarios con otras empresas del grupo, preocupa a lasautoridades europeas de protección de datos, que le solicitaron enuna carta una suspensión de esta medida hasta obtener garantíaslegales.
El denominado G29, que agrupa a las distintas autoridadesindependientes de todos los países del bloque, pidió a estaempresa de mensajería instantánea que “deje de compartir losdatos de sus usuarios hasta que se aporten las adecuadas garantíasjurídicas”, indicó ayer en un comunicado.
WhatsApp, adquirida en 2014 por Facebook, modificó en agostosus condiciones de uso. Desde entonces, puede compartir los datospersonales de sus usuarios para que otras aplicaciones del grupo,Facebook o Instagram, les propongan determinados anunciospublicitarios.
Para el G29, la posibilidad de compartir la información confines de difusión de publicidad “no formaba parte de lascondiciones de utilización y de la política de confidencialidadcuando los actuales usuarios se suscribieron al servicioWhatsApp”.
La comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager, yamostró a principios de septiembre sus dudas sobre estos cambios.Su portavoz anunció que estaban “en contacto con Facebook sobreesta cuestión”.
Las autoridades independientes europeas también enviaron unacarta al servicio de correo electrónico Yahoo!, para que expliqueel fallo de seguridad que permitió en 2014 el robo de los datospersonales de 500 millones de usuarios, “un número importante deellos europeos”.
Asimismo, el G29 pide a Yahoo! que aporte toda informaciónrelativa a la eventual vigilancia de los correos de sus clientes apetición de los servicios de inteligencia estadunidenses y si estaactividad es compatible con la legislación europea.La compra deWhatsApp por parte de Facebook en 2014, que el ex comisario deCompetencia Joaquín Almunia aprobó sin condiciones, provocó elrechazo de los grupos de defensa de la vida privada, que temían unmal uso de estos datos personales de los usuarios.