De los casi 300 mil millones de dólares anuales que Méxicoexporta a Estados Unidos, alrededor de 80% ingresaría con arancelde cero a 5%, ante la eventual retirada de este país del Tratadode Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
Al participar en el 78 Congreso Nacional de la Confederación deAsociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana(Caaarem), en el panel “El TLCAN y otros retos deNorteamérica”, Jaime Zabludovsky Kuper consideró que esasituación “no implica el fin del mundo”.
“Si no hubiera TLCAN, 36 por ciento de los 300 mil millones dedólares que mandamos, entrarían con cero arancel de todasmaneras, porque Estados Unidos tiene cero con todo el mundo en esasfracciones”, señaló el especialista en comercio exterior, yquien fuera subjefe de la negociación del tratado comercial por laparte mexicana.
Sin embargo, agregó que otro 43 por ciento pagaría un arancelde cinco por ciento o menos, “lo que nos lleva a que 80 porciento de las exportaciones mexicanas entrarían con arancel decinco o menos, que no es el fin del mundo”.
Explicó que sólo hay un grupo de exportadores que está arribadel pago de 20 por ciento, que tienen aranceles específicos yequivalen al 16 por ciento de las exportaciones, que seguramentesí tendrían que pagar aranceles más elevados.
Por lo tanto, dijo, lo importante es enfocar las acciones quedeberá aplicar el gobierno mexicano al interior de la economíanacional sin TLCAN, “porque su valor más importante ha sidointerno”.
Ello, porque obligó a México a la apertura comercial, “ytiramos la llave de esa apertura” porque se consolidó en untratado internacional lo que hoy es “una camisa de fuerza paralas autoridades mexicanas, porque deben portarse bien y no puedencerrar el mercado”, dijo.
Zabludovsky Kuper expuso que “el reto más importante enausencia del TLCAN, aunque no creo que lleguemos a ese momento, escómo reaccionará el gobierno mexicano y cómo resistimos latentación de empezar a cerrarnos”.
Consideró que, en todo caso, se tendría que hacer una aperturaunilateral muy fuerte para alejar a los importadores mexicanos enigualdad de circunstancias a las que tienen ahora, en el sentido deno pagar aranceles derivados del TLCAN.
Por otra parte, estimó que una vez que inicien lasnegociaciones de la modernización de este tratado comercial elpróximo 16 de agosto, y de desarrollarse de acuerdo con lostiempos mínimos estimados con los protocolos legislativos y anivel ejecutivo, el proceso de aprobación de la nueva fase delacuerdo por parte de Estados Unidos sería hasta 2019.
Mientras que por parte de México, probablemente fuera antes,incluso previo al término de la presente administración,agregó.
Sostuvo que el déficit comercial de Estados Unidos de ningunamanera está ligado a las importaciones procedentes de México,sino a que el gasto de ese país es mayor a sus ingresos,principalmente a los relacionados con los impuestos.
Por tanto, el déficit comercial de Estados Unidos no seresolverá con la modernización del TLCAN o con su anulación,concluyó Zabludovsky Kuper.