Carmen, Campeche.- El salario mínimo en México es todavía más bajo que el de China, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador analiza un segundo aumento, a menos de un año del último.
Durante el diálogo con la comunidad del Hospital Rural de Mamantel, recordó que el país asiático era considerado como la “fábrica del mundo”, debido a que muchas empresa preferían migrar allá por su ventaja en salarios raquíticos.
“Cuando empezó el auge en China, decían de que ellos tenían como ventaja comparativa, que pagaban muy bajo, los salarios y que por eso China se convirtió en la fábrica del mundo, pero ahora resulta que el salario en China, es superior también al salario de México, entonces, sí es un tema que vamos a tratar”, resaltó en su discurso.
El último aumento se realizó en diciembre del 2018, para tener efectos en enero de este año, a poco más de 102 pesos y se realizó en relación al 5 por ciento del aumento inflacionario, para alcanzar la línea del Bienestar.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos ya analiza un segundo aumento para el 2020, con sindicatos y confederaciones patronales.
El primer mandatario señaló que no puede declarar por decreto presidencial los aumentos salariales, por lo que lo tiene que realizar “poco a poco”, para mejorar las actividades productivas y garantizar el empleo.
“No se puede por decreto, no es decir, va a aumentar al 100 por ciento el salario. No, tiene que ir poco a poco, aumentando el salario, para que vaya mejorando el poder adquisitivo del salario, para que también tengamos actividades productivas, que se tengan empresas, que tengan empleo y tengan facilidades. No con salarios raquíticos, salarios justos”, comentó.
De acuerdo a los últimos reportes del gobierno federal, los sueldos en nuestro país son incluso más bajos que los de El Salvador, Honduras y Guatemala, donde se ha desatado el fenómeno de la migración por la mala paga y falta de empleos.
López Obrador aseguró que es posible un nuevo incremento sin elevación de impuestos ni gasolinazos, debido a los ahorros generados por las políticas de austeridad y anticorrupción.
“Todo depende de cómo se administre, si hay honestidad alcanza el presupuesto y sin endeudar a México, sin aumentar impuestos, sin que haya gasolinazos, se puede financiar el desarrollo y que haya mejores condiciones de vida, que haya mejores condiciones de trabajo, ya les decía que no hay lujos en el gobierno”, confía.