Un fallo de la Administración Portuaria Integral (API) de Salina Cruz frustró el que habría sido el regreso de la constructora Tradeco a los grandes concursos de obra pública, tras un veto de más de dos años que le impuso la Secretaría de la Función Pública en 2016.
La constructora carece de experiencia en materia de seguridad marítima, concluyó la autoridad portuaria al declarar desierta la licitación para concluir el rompeolas del nuevo recinto portuario.
La declaratoria incluye a otros 11 interesados que participaron en el proceso. Ninguno obtuvo el puntaje mínimo (37.5).
De acuerdo con el acta del fallo que se dio el 17 de enero (siete días después de lo programado), Tradeco presentó contratos de construcción de cuatro obras de protección marítima, por lo que la API determinó que no cumplió lo mínimo solicitado en experiencia y especialidad en el ramo.
La propuesta económica de Tradeco era de tres mil 498.2 millones de pesos.
Con la entrada de la nueva administración, Tradeco comenzó a buscar nuevos contratos con el gobierno federal, luego de que en 2016 la Secretaría de la Función Pública la vetó por dos años y medio.
Una de las obras emblemáticas de Tradeco es el puente Baluarte que atraviesa el Espinazo del Diablo, en la Sierra Madre Occidental.
La Auditoría Superior de la Federación señaló irregularidades en esa obra, la más relevante del sexenio de Felipe Calderón, porque elevó su costo de ocho mil 889 millones a 23 mil 385 millones de pesos por trabajos de mala calidad.
Ya en esta administración, Tradeco intentó regresar a la obra pública en el concurso para la ampliación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y después con el rompeolas en Salina Cruz.
Esta obra es parte del puerto petrolero y comercial que será punto estratégico en el Corredor del Istmo de Tehuantepec. El proyecto portuario incluye además la construcción de nuevos muelles e infraestructura de apoyo para eficientar las operaciones en el manejo de petrolíferos.