A casi seis meses del impacto del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, Guerrero el empleo formal es una deuda pendiente ante la lenta reapertura y recuperación de negocios como hoteles, restaurantes y otros comercios, coincidieron líderes empresariales.
Si bien en febrero aumentó dos por ciento anual, el número de plazas laborales registradas ante el IMSS, aún se encuentra por debajo del nivel previo al impacto del fenómeno meteorológico.
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Ignacio Rendón, presidente del Centro Empresarial de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Acapulco, dijo a El Sol de México que 20 por ciento de los comercios en la ciudad y en Coyuca de Benítez sigue sin reactivarse, debido a problemas legales o financieros, y de ellas una cuarta parte corre el riesgo de no volver a abrir, lo que tiene un impacto en el empleo.
“La recuperación del empleo ha sido un poco lenta porque no todas las fuentes de trabajo, principalmente en la zona hotelera y restaurantera, están al 100 por ciento (…) Tenemos algunos hoteles que ya no van a abrir, incluso, algunos que lo vendieron y harán una especie de condominios, también hay restaurantes y otros giros comerciales en esa situación”.
De acuerdo con el empresario, la falta de reactivación en negocios se debe principalmente a cuestiones económicas, porque muchas empresas no sólo se vieron afectadas por los daños a la infraestructura que causó Otis, sino también por la rapiña posterior a la tormenta, por lo que perdieron sus activos fijos y el inventario en piso para venta, lo que representa un gasto adicional.
Además, recordó que el puerto contribuye con alrededor de 70 por ciento de la actividad económica en Guerrero, por lo que su recuperación incide de manera importante en las cifras del estado.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) en Acapulco, Alejandro Martínez, añadió que también hubo fallecimientos de dueños de negocios y algunos problemas legales en temas de arrendamiento, lo que dificulta la reapertura total.
No obstante, los directivos afirmaron que hacia finales de 2024 haya una recuperación casi total en la actividad comercial y turística del puerto guerrerense.
Apoyo financiero fue lento
Tras el huracán, la Asociación de Bancos de México (ABM) y Nacional Financiera (Nafin) anunciaron un paquete inicial de 500 millones de pesos en créditos para micro y pequeñas empresas que fueron afectadas, sin embargo, los representantes de la Coparmex y Canaco en la ciudad dijeron que apenas hace unos días se concluyó con la primera parte del programa.
“Ha sido un poco lento, no ha sido muy ágil (…) El crédito Nafin estamos ya en esa primera etapa en la que mandamos documentación y esperamos que se consolide”, dijo Rendón.
Reconoció otros apoyos como la exención de impuestos entre octubre del año pasado y febrero de este año que fueron significativos para las finanzas de varias empresas.
Respecto al clima de inseguridad, el representante de Canaco reconoció que tuvo un impacto en la recuperación, aunque el tema parece estar controlado desde la Semana Santa.
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Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, indican que tras el impacto del huracán Otis hubo un repunte en los delitos en Guerrero, como son los robos a negocios.
“En estos meses pasamos de un lugar sin ley y con mucho peligro a una situación ya controlada. Hubo un repunte de extorsiones, tanto así que el sector de transporte fue agredido por grupos delictivos que detuvieron la movilidad de la ciudad. Hoy esto está controlado, ya se retomó el control de la seguridad de la ciudad, hay estabilidad”, declaró Martínez.