¿Qué tal si para conseguir un trabajo no tardaras meses sino días?, ¿qué tal si la relación cercaníasueldo fuera la ideal para ti? ¿Qué tal si pudieras tener esto a la voz de "ya"?
Ignacio Martínez y Rafael León, cofundadores de Alana, vinieron desde Venezuela a México a cumplir esa promesa.
"Muchas de las personas que buscan trabajo van a seis, ocho entrevistas de trabajo antes de conseguir uno. ¿Cuántos pasajes gastó?, ¿cuántos días no trabajó? El sistema de contratación que tenemos es muy ineficiente y muy artesanal, y creemos que hay que cambiarlo, esa es la premisa de por qué tiene que existir Alana", dice Ignacio.
Alana es una plataforma digital al estilo Tinder en la que en lugar de citas románticas los usuarios acuerdan citas de trabajo.
Mediante su interfaz las empresas registradas en la plataforma abren una vacante especificando ubicación, salario y prestaciones. Alana les muestra el perfil de quienes buscan empleo y a los candidatos que mejor cubren los requerimientos.
Del otro lado los usuarios crean un perfil digital con toda su información curricular, fotografía y video personalizado presentándose. Una vez hecho esto Alana les acerca las ofertas de trabajo posteadas por las empresas y que están cercanas a su ubicación, a las que pueden postularse si así lo deciden.
Si a la empresa le interesa uno de los candidatos propuestos por Alana, ésta da click en el perfil e inmediatamente se abre un chat entre las persona interesada en el puesto y el posible contratante para establecer una entrevista de trabajo.
De esta manera Alana funciona más como casamentero que como una oficina de talento.
"Buscamos reducir el tiempo de contratación en cuatro veces lo que toma por los medios tradicionales. Al momento suelen ser tres semanas en el mercado y con nosotros sólo una. Pretendemos seguir disminuyendo esto hasta tres días", explica Rafael.
Para lograrlo, explican estos jóvenes de 28 y 29 años, la plataforma utiliza análisis de datos para hacer el match perfecto entre empresa y candidato. La inteligencia artificial desarrollada por ellos considera el lugar de trabajo, sueldo ofrecido, amenidades, factores como el interés previo del candidato o su experiencia y, finalmente, arroja en la búsqueda de las empresas al candidato que mejor se perfila para la tarea.
Las probabilidades de cerrar una contratación son mayores. La empresa gana un empleado capacitado e interesado en trabajar y los candidatos un empleo que les acomoda en distancia, perfil y sueldo.
La plataforma se especializa en el sector operativo de restaurantes, bares, hoteles, bancos y call centers, ya que estas industrias son las de mayor rotación de personal, que entre los clientes de Alana es de 70 por ciento cada año, aunque hay casos de hasta 100 por ciento.
Según sus creadores, las empresas pequeñas y medianas son las más necesitadas de insertar tecnología en el proceso de reclutamiento, pues están usando dinero y recursos que no se pueden dar el lujo de gastar y luego perder.
"Las empresas están gastando una cantidad de recursos absurda y además no están consiguiendo lo que deberían. Cuando hablamos con empresas medianas es mucho más fácil que nos capten el valor porque siguen teniendo una rotación altísima pero tienen menos recursos y tecnología que las empresas grandes, que contratan agencias de reclutamiento.
"Entonces Alana es una herramienta tecnológica que te libra más tiempo para hacer las tareas que necesitas hacer. Es un nuevo modelo de recursos humanos, el Neftlix de recursos humanos", dicen Rafael e Ignacio, al tiempo que se ríen.
UNA EXPLOSIÓN
Rafael León aún guarda en su celular una foto de aquel día en que una bomba explotó justo frente a su negocio en Caracas, Venezuela.
En la imagen se observa un complejo de oficinas rodeado por llamas mientras elementos de la Guardia Nacional se enfrentan con manifestantes en la Avenida Francisco Miranda. Es una de las manifestaciones que se han vuelto el pan de cada día en Venezuela, una de las razones por las que estos venezolanos decidieron emigrar a México.
Luego de egresar de la universidad, Rafael e Ignacio se asociaron para crear Fresh Bites, una cadena de microrestaurantes que ofrecía menús ejecutivos en los corporativos caraqueños.
Crecían rápidamente, pero mientras el régimen de Nicolás Maduro endurecía sus políticas económicas y sociales la actividad empresarial de la cadena comenzó a asfixiarse dentro del régimen represivo.
"Venezuela se volvió una locura. Si eres un restorán y no puedes conseguir pollo es una cosa complicada. El gobierno empezó a prohibir la distribución de café, debía aprobar una carta para transportar de un punto A a un punto B en la ciudad, entonces nos tenían que mandar el café en la cajuela de un carro random porque no podía ir en un camión, como si estuvieras comercializando droga. Era una cosa que no tenía ningún sentido pero a eso llegó.
"Luego la bomba explotó frente al restaurante y ahí fue donde dijimos 'hacer negocios en Venezuela es cada vez más difícil, no vamos a tener oportunidades'", recuerda Ignacio.
Alana surgió como idea mientras ambos jóvenes tenían que gastar una importante porción de su tiempo en el área de reclutamiento para sus restaurantes.
Con pérdidas, los socios decidieron vender su negocio, y aunque se habían quedado sin su cadena de restaurantes, tenían la semilla para comenzar un nuevo proyecto, sólo que ahora México era el terreno mas fértil para hacerlo.
"El reclutamiento es un problema súper urbano, y qué mejor que México, 'El Centro Urbano de Latinoamérica' para empezar. Empezamos con el plato principal, no queríamos hacerlo con un aperitivo", dice Ignacio.
UNA OPORTUNIDAD
Según los socios, 15 millones de mexicanos cambian de empleo dentro del sector operativo en la economía de servicios y atención al cliente. Gran parte de esos millones aún se manejan por solicitudes de empleo compradas en papelerías y llenadas a mano.
Esta falta de tecnología, explican, contribuye a hacer más tortuosa la experiencia de conseguir empleo en un segmento de la economía que frecuentemente no ofrece sueldos competitivos o prestaciones laborales.
"Esto se ha manejado como comprar y vender papas. Vente, trabaja y si funciona bien, y si no, no. Y ese es el paradigma que queremos romper completamente, esto no es una verdura: él es Pedro Pérez y quiere conseguir un empleo que realmente le funcione bien.
"Hoy el sistema es muy manual, muy de papel, no tiene nada de inteligencia, de tecnología, es ineficiente. Y por eso es nuestro foco, porque es el más desatendido, es el más manual y a nivel tecnológico es el más despreciado", dicen los socios.
En la medida en que Alana encuentra el mejor empleo disponible para los candidatos, ya sea por cercanía, sueldo o prestaciones, la tasa de rotación disminuye, y los trabajadores no deben someterse al constante proceso de buscar empleo.
Actualmente la plataforma sólo opera en la Ciudad de México, sin embargo ya contabiliza 30 mil usuarios.
En la medida que el mercado en la capital del país se desarrolle, y cada vez más empresas y candidatos se añadan a la plataforma, Alana incursionará en otros mercados como Monterrey o Guadalajara a partir de 2019.
"Esto va a ir creciendo en la medida que vaya creciendo tanto el lado de empresas utilizando el producto y los usuarios", dice Rafael.
Para el mediano plazo, la plataforma trabaja en un sistema reputacional completo, en el que los candidatos de Alana puedan contar con un historial con comentarios, puntuaciones e indicadores específicos sobre el profesionalismo de los trabajadores.
La idea, dicen, es que este historial sea tan completo y confiable que convierta a Alana en el producto de referencia para solucionar los requerimientos de contrataciones de forma inmediata, sin la intermediación de nadie.
En el futuro una empresa subirá una vacante a la red, y Alana les enviará al candidato perfecto para ser contratado inmediatamente.
"Queremos realmente lograr un cambio en la industria, al punto que en que una persona ni siquiera tenga que hacer una entrevista de trabajo. Es algo que suena super futurista y difícil de lograr, pero vemos que las industrias han evolucionado mucho, Airbnb y Uber son ejemplos claros y queremos llevar la innovación hacia ese nivel.
"Que la credibilidad del match, la reputación, sea tan poderosa que ese sea tu proceso de selección y al día siguiente esa persona esté en su trabajo ideal", finalizan los empresarios.