Movimiento Regeneración Nacional (Morena) prepara una iniciativa para aumentar las retenciones fiscales de IVA e ISR a las empresas. Especialistas advierten que de concretarse se afectará la competitividad del sector al restar liquidez a los negocios y los empresarios se alistan para frenarla. El borrador de la iniciativa del diputado morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, del cual este diario posee copia, establece que a las empresas y personas con actividad empresarial se les retenga por Impuesto Sobre la Renta ocho por ciento de sus ingresos totales y 10 por ciento del Impuesto al Valor Agregado.
Es decir, implicará un mayor pago de tales impuestos que serán tomados del flujo de efectivo de las unidades económicas en todo el país. El tema genera preocupación en el sector productivo.
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La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) rechazó dicho plan. El presidente de la Comisión Nacional Fiscal del organismo, Reginaldo Esquer Félix, consideró que la retención de dos terceras partes del Impuesto al Valor Agregado (IVA) implicará mayores cargas administrativas, contables y de control para los contribuyentes en general.
Respecto al ISR advirtió que existen operaciones de prestación de servicios cuyos márgenes de utilidad son menores al impuesto retenido, por lo cual buscarán que en la Cámara de Diputados no se aprueba esa medida.
La presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, Ada Irma Cruz , consideró que la retención de IVA e ISR es positiva en términos de recaudación, pero negativa para la operación de los pequeños contribuyentes, ya que implica un costo adicional y les limitará el flujo de capital para su operación.
El plan forma parte de la agenda legislativa de Morena. De aprobarse, tales disposiciones fiscales entrarían en vigor el 1 de enero de 2019.
El argumento de la propuesta es que se busca combatir a las “empresas fantasma” y la emisión de facturas falsas utilizadas para evadir el pago de impuestos.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), dijo que la medida implicará una mayor recaudación, pero “puede generar complicaciones sobre la liquidez de las empresas”.
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Según el documento del morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, para desincentivar estas prácticas, las empresas que contraten los servicios retendrán ocho por ciento del ISR sobre el costo total de la venta, contra 1.2 por ciento que se retiene actualmente.
Esto representa que por cada 100 pesos que venda una empresa o un profesionista recibirá ocho pesos menos por parte de quien lo contrató, en lugar de recibir en promedio 1.2 pesos menos por la retención actual, que sólo se aplica a las ganancias, según la Ley del ISR.
El documento también sugiere una retención de 10 por ciento del IVA sobre el precio total del servicio.
Aunque el documento aclara que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) devolverá en 20 días el saldo a favor a millones de empresas y personas una vez que acrediten su existencia, la experiencia de cualquier contribuyente indica que la devolución de impuestos no es tan rápida y que en ocasiones deben pelearla legalmente.
Por separado, la Asociación Mexicana de Derecho Fiscal (AMDF) apuntó que la propuesta busca encarecer la compra de comprobantes para detener este delito, pero consideró que su efectividad será limitada porque la empresa fantasma no sufre por la retención de recursos, pues cobra una fracción del valor de la factura y no paga impuestos.
Además, alertó en que el incremento en las retenciones complicará la operación de las empresas y también entorpecerá las labores del SAT para fiscalizar a quienes evaden impuestos.
En un comunicado, Jaime Flores Sandoval, socio director de Cadem Consultores, coincidió en que el plan no incluye acciones definitivas contra quienes emiten facturas falsas, al tiempo que incluye prácticas inequitativas, pues afectará, principalmente, a las pequeñas y medianas empresas que son las que tienen menos dinero disponible para mantener sus operaciones.