En un proyecto publicado en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), el Gobierno federal señala que este decreto dará certeza jurídica a importadores o propietarios de vehículos usados de procedencia extranjera.
El documento establece que para ingresar un vehículo de este tipo al país el importador deberá presentar ante la autoridad aduanera el certificado de origen válido o, en su caso, el documento comprobatorio de origen que corresponda conforme a las disposiciones aplicables.
Asimismo, establece una cuota arancelaria de uno por ciento para los autos de entre cinco y nueve años de antigüedad, y de 10 por ciento para los que tengan más de una década.
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“No podrán importarse en forma definitiva al territorio nacional los vehículos usados que en el país de procedencia, por sus características o por cuestiones técnicas, esté restringida o prohibida su circulación; cuando no cumplan con las condiciones físico mecánicas o de protección al medio ambiente de conformidad con las disposiciones aplicables, o cuando el vehículo haya sido reportado como robado”, añade el documento.
Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), consideró que este decreto es sensible al problema económico, ambiental y fiscal que implica la importación de vehículos usados al país, y brinda seguridad jurídica a los importadores o propietarios de esta mercancía.