La coordinadora del Consejo Asesor para el Desarrollo Regional y la Relocalización de Empresas del Gobierno de México, Altagracia Gómez Sierra, afirmó que México necesita del capital privado para revertir el rezago en en el que se encuentra la inversión en infraestructura.
Durante el evento Mexico Drive Forward Summit, organizado por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Gómez propuso renovar los esquemas de Asociación Público-Privadas (APPs) para mejorar la transparencia y equilibrar mejor los riesgos y beneficios entre las partes.
“Debe haber una renovación del esquema de inversión público-privado en donde se compartan riesgos y beneficios. Que tengan una visión de largo plazo, administraciones independientes y máxima transparencia y publicidad”, dijo.
La también presidenta del Consejo de Administración de Promotora Empresarial de Occidente, recordó que si bien, México es la doceava economía del mundo, ocupa el sitio 57 en materia de competitividad logística.
“Tenemos que ver de dónde sacamos el dinero. Si en una proporción de uno a uno con el presupuesto público, o todo de particulares, o una combinación, pero tenemos que ver los esquemas”, afirmó.
Sobre el financiamiento de los proyectos, Gómez Sierra mencionó los recursos pensionarios que gestionan las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) como una posible fuente.
“Y la realidad es que (para fondear proyectos) por una parte tenemos que ver que las Afore tienen recursos equivalentes al 17% del PIB y para el 2030 se estima que tendrán 30 por ciento. Hay una oportunidad ahí para las Afore y decidirán si la toman. Es una oportunidad de traducir el ahorro en inversión”, dijo.
Recordó que un ejemplo de ello es el fideicomiso que constituyó el gobierno mexicano para la compra de 13 plantas de Iberdrola que, dijo, fue recientemente premiado por cómo se estructuró la operación y a cuya capitalización contribuyeron las Afore.
“Les puedo decir que hay diversos esquemas que se han utilizado. Está el de Fibra E de CFE, por ejemplo. Hay que ver cómo se puede aprender de esos esquemas, mejorarlos, renovarlos. Siempre de una forma que sea muy disciplinada con el déficit (fiscal), pero que también no sea risk taker, que sí nos permita avanzar varios pasos más en los próximos seis años”, comentó.