“Es una volada, vuelan mucho”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre si tuvo que ver con una posible compra de Altos Hornos de México por parte del grupo acerero argentino Techint, luego que se reunió con su presidente, Paolo Rocca.
Como lo informó este martes El Sol de México, Alonso Ancira conduce, desde su prisión domiciliaria en España, una operación para capitalizar a Altos Hornos de México (AHMSA), empresa en la cual mantiene su posición como presidente del Consejo de Administración.
El plan, de acuerdo con la siderúrgica, es subsanar el boquete de 350 millones de dólares que dejó a la empresa la acción del gobierno federal.
En la conferencia mañanera, el jefe del Ejecutivo federal negó tener información sobre el interés de la acerera argentina Techint, de Apolo Rocca, sobre Altos Hornos.
“No, eso también es una volada, vuelan mucho, no tiene nada que ver con eso”, respondió.
A pesar de estar en prisión domiciliaria en España, para Alonso Ancira, una de las opciones para AHMSA es la capitalización a través de una asociación con empresas nacionales e internacionales, industriales o financieras.
El grupo acerero argentino Techint, de Paolo Rocca, además de otras compañías europeas y asiáticas, han insinuado su interés por asociarse o comprar a AHMSA.
En esa lista estarían la regiomontana Villacero, ArcelorMittal, la mayor compañía siderúrgica mundial, entre otras.
Este lunes, AHMSA informó al público en la Bolsa Mexicana de Valores que trabaja en opciones de capitalización con grupos industriales y financieros sin que exista acuerdo alguno al momento”.
La semana pasada, Jorge Ancira Elizondo, director adjunto de Administración y Finanzas de AHMSA, se reunió con empresarios en Monclova, a quienes aclaró que no hay intención de vender, pero sí esfuerzos de capitalización en la acerera.
Alonso Ancira fue detenido el 28 de mayo en Mallorca, España, acusado por el gobierno mexicano de los delitos que resultan de la venta a sobreprecio de una planta de nitrogenados a Pemex por 273 millones de dólares. La operación se concretó en 2013, durante la administración de Emilio Lozoya Austin.
La Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda bloqueó las cuentas de la empresa y aunque luego las liberó hubo clientes que cancelaron pedidos a la siderúrgica, créditos que se cayeron. La compañía debió adoptar “severas medidas de emergencia en lo financiero y operativo”.
||Con información de Juan Luis Ramos||