En el último año, Pemex aumentó 5.77 pesos el precio del kilo de gas propano que vende a las empresas que lo distribuyen en el país entre junio de 2020 y el mismo mes de 2021, mientras que el valor del combustible al público creció 5.25 pesos.
En un comunicado, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas) detalló que el precio al público tiene tres componentes básicos: el precio de internacional del combustible, los costos de distribución, así como los costos regulatorios.
“Los tres componentes se han incrementado impactando el precio al consumidor, pero no son las empresas distribuidoras las responsables de esto”, señalan.
La asociación señala que el precio internacional del gas propano subió 4.83 pesos por kilo en el primer semestre de 2021, comparado con el resultado de 2020, pero en el mismo periodo, Pemex encareció 5.77 pesos el precio a las empresas.
“Por su parte, el precio al público subió 5.25 pesos por kilo. Es decir, que el mercado al menudeo del GLP reflejó menos impacto al precio, que el incremento de su principal componente; el precio internacional para el producto importado o el precio de Pemex para el producido en México”.
La Amexgas respondió a la propuesta de la Secretaría de Energía para que la Comisión Reguladora de Energía le ponga “candado” al precio que pagan los mexicanos por el combustible.
En su comunicado, los gaseros afirman que el mercado del combustible en México ha operado por años con una intensa competencia en todas las regiones del país.
“Esto se refleja en los más de 400 mil precios diferentes que son reportados mensualmente a la Comisión Reguladora de Energía por todas las empresas distribuidoras. Es importante resaltar que entre los precios al público registrados por esta Comisión, oscilan diferencias entre competidores en un rango de uno a ocho pesos por kilo, lo que brinda al consumidor final una amplia posibilidad de elegir a quien le proporcione el mejor valor por el servicio demandado en el mercado”, asegura la Amexgas.
En los últimos 10 años, añade, se sumaron más de dos mil 500 empresas nuevas al mercado, lo representó un alza de 67 por ciento, mientras que el volumen de compra se redujo 16 por ciento en el mismo periodo.
“Lo anterior da como resultado que diariamente las empresas oferentes tengan por reto mejorar su precio y servicio para ser favorecidos por los consumidores”, señala el organismo.
“En el primer semestre del 2021 los precios internacionales del propano aumentaron 131 por ciento comparado con el 2020, lo que aunado a que en el país se produce sólo 38 por ciento de la demanda nacional y por ende se importa 62 por ciento, este fenómeno repercutió en similar aumento de los precios de Pemex a los distribuidores impactando directamente al precio de venta al público”, aunque el alza a los consumidores fue menor que la que aplicó la petrolera a los gaseros, insiste.
Además, por cada kilo de gas que vende la industria tiene que pagar un peso por el costo regulatorio. “En este aspecto existe una gran oportunidad de implementar una simplificación administrativa y regulatoria que elimine costosas regulaciones redundantes, y con esto se posibiliten ahorros que se trasladarán inmediatamente a los consumidores”.
SOLUCIÓN SIMPLISTA
Para la Amexgas, imponer un precio máximo al gas LP resulta una “solución simplista” que generará “distorsiones graves con efectos muy negativos” para los consumidores.
Entre ellas, los representantes de las gaseras señalaron que se reduciría la cobertura de distribución, afectando a los consumidores y fomentando un mayor consumo de leña con graves consecuencias en salud y deforestación, al tiempo que afectaría negativamente la seguridad de las operaciones, provocaría salida de inversiones en la cadena de suministro y hasta desabasto en algunos mercados regionales.
Finalmente, la Amexgas advierte que poner precios máximos estimularía la participación de gas de procedencia ilícita, que ganaría terreno en más mercados, mediante zonas de reparto controladas.