Entre enero y mayo de este año, algunos medicamentos como los antigripales y expectorantes incrementaron sus precios por arriba de la inflación.
Sólo en la Ciudad de México, el precio promedio de los antigripales se elevó 11.1 por ciento en cinco meses, mientras que en los expectorantes el incremento fue de 9.7 por ciento, según datos del Inegi.
El director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual, comentó a El Sol de México que estos aumentos no son generalizados y tienen que ver la depreciación cambiaria.
Explico que para los principios activos que México emplea en la fabricación de medicamentos, 88 por ciento de los insumos es importado.
Entre enero y mayo, el peso se depreció 17.8 por ciento frente al dólar, de acuerdo con datos del Banco de México.
Rafael Gual aseguró que los aumentos fueron focalizados. "No ha habido ninguna burbuja inflacionaria, a pesar de que hay factores que definitivamente afectan al precio del medicamento".
Los antibióticos, por ejemplo, tuvieron en la capital del país un incremento en su precio promedio de 3.1 por ciento en el periodo de referencia, menor al de otros medicamentos.
Aun así, el alza en estos productos es mayor a la del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que de acuerdo con la Calculadora de Inflación del Inegi, disminuyó 0.27 por ciento entre enero y mayo.
En otro tema, el directivo indicó que al haber sido declarda como actividad esencial desde el inicio de la crisis saniatria, la industria farmacéutica no tiene registro de despidos dentro de los cien mil empleos directos que genera el sector a nivel nacional, según declaró Gual.
"La industria no ha dejado de trabajar desde que inició la pandemia. Nuestra responsabilidad es mantener el abasto de medicamento suficiente para todas las enfermedades. Incluso ha habido buena cooperación con los gobiernos estatales para propiciar la facilidad de tránsito a las personas que lo tienen que hacer", comentó el directivo.
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