Los mercados de América Latina se derrumbaban el lunes alineados con la tendencia global, arrastrados por el colapso de los precios internacionales del petróleo en medio de una guerra de producción del hidrocarburo, que se sumó al impacto del coronavirus sobre la demanda.
Según Joaquín Robles, analista de XTB, la caída de las bolsas no solo es atribuible al desplome del precio del petróleo sino también al repunte de casos de coronavirus en EEUU e Italia, y a las medidas adoptadas este fin de semana por el Gobierno italiano.
En su opinión, los inversores temen que Washington tome también medidas drásticas para contener el virus y que éstas afecten a la actividad económica.
Pimco, una de las mayores gestoras de fondos del mundo, considera que la evolución de la economía mundial adoptará una forma de "U" en los próximos trimestres, con una posible recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción) en EEUU y en la zona del euro en la primera mitad del año.
No obstante, prevé que esa recesión sea "suave y breve" y que se produzca una fase de recuperación en el segundo semestre.
La situación en las bolsas se está viendo perjudicada también por el hundimiento del precio del petróleo, que responde a dos motivos: la previsión de un menor consumo de crudo por el frenazo de la economía y la falta de acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para recortar la producción.
Como consecuencia del desacuerdo entre los países productores los recortes aplicados actualmente dejarán de estar en vigor en abril.
Además, Arabia Saudí ha rebajado los precios que cobra a sus clientes en respuesta a la actitud de Rusia, lo que puede desencadenar una guerra de precios.
Joaquín Robles cree que ahora se abren dos escenarios: una guerra de precios prolongada o que la OPEP y Rusia vuelvan a sentarse a negociar.
No obstante, considera que pocas explotaciones son rentables con precios en el entorno de los 30 dólares por barril.
Para Michel Salden, de Vontobel AM, la caída de los precios afectará especialmente a las explotaciones de petróleo no convencional y perjudicará a la "revolución verde" porque muchas economías optarán por consumir hidrocarburos al estar sensiblemente más baratos.
A esta hora, los precios del Brent, de referencia en Europa, y del Texas, referente en América, caen en torno al 23 %, el porcentaje más elevado desde la Guerra del Golfo -aunque han llegado a bajar un 30 %- y se sitúan en los niveles más bajos desde 2016.
Los inversores buscan refugio un día más en la deuda de países solventes como EEUU y Alemania.
Las rentabilidades de los bonos a diez años de EEUU (0,426 %), Alemania (-0,872 %) y Reino Unido (0,087 %) están en mínimos históricos.
El precio del oro, por su parte, vuelve a acercarse a máximos desde 2013, y se sitúa en 1.670 dólares por onza.