El aumento en el costo de las materias primas, así como la escasez de chips a nivel mundial encarecieron 11.04 por ciento en promedio el valor final de automóviles en México, según el Inegi.
En julio, el costo promedio nacional de un vehículo fue de 445 mil 397 pesos, superior a los 401 mil 108 pesos registrados durante el mismo mes del año anterior.
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En conferencia, Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), explicó que el encarecimiento en estos productos es resultado de los aumentos en materias primas, como acero, aluminio o petróleo, que necesita la industria para sus operaciones.
Datos de Banco Base refieren que en los últimos 12 meses el costo del acero aumentó más de 300 por ciento, mientras que el aluminio y el crudo se encarecieron 44 y 60 por ciento, respectivamente, como consecuencia de la reactivación económica tras la crisis sanitaria.
Estos repuntes se presentaron desde que las industrias y empresas de infraestructura retomaron los proyectos que se pararon el año pasado como parte de las medidas de salud para evitar contagios.
“Todo esto ha tenido un impacto en la cadena de producción a nivel mundial, del cual el mercado mexicano no puede escapar”, resaltó Rosales Zárate.
“Los incrementos de precios de diferentes materiales e insumos en los vehículos han sido mucho mayores en cuanto al incremento de precios de vehículos al consumidor final”, puntualizó el director general adjunto de la AMDA.
Por ello, resaltó que casi toda la cadena del sector, desde productores de autopartes, ensambladores y distribuidores, absorbió "buena parte" del aumento de materias primas para la fabricación de autos.