El plan de Microsoft de poner fin al soporte de su sistema operativo Windows 10 podría tener un impacto significativo en el medio ambiente.
Ante la incompatibilidad de las computadoras con Windows 11, la empresa de análisis del mercado Canalys, indica que se podrían generar hasta 480 millones de kilogramos de residuos electrónicos para 2025. Si bien, el mercado de computadoras personales puede crecer hasta ocho por ciento para el siguiente año, de acuerdo con los expertos, esto solo aumentará el número de computadoras desechadas año tras año.
"La mayoría de estos millones de PC, si están en buenas condiciones, al menos podrían reciclarse, pero su incompatibilidad con la última versión de Windows reduce enormemente su valor para su restauración y reventa", señaló.
Microsoft planea que Windows 10 deje de funcionar en octubre de 2025, haciendo que más personas adopten la última versión de su sistema operativo, el cual cabe señalar es gratuito y traerá tecnología más avanzada como inteligencia artificial.
La versión 11 del sistema operativo de Windows es muy exigente para las computadoras de antes de 2022. Para ser compatibles, las computadoras deben tener un procesador de al menos 1 GHz, 4 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento y un chip de seguridad TPM 2.0.
Esto significa que millones de computadoras que aún están en buenas condiciones podrían quedar obsoletas. Si bien Microsoft ofrece actualizaciones de seguridad extendidas para Windows 10 hasta 2028, estas actualizaciones estarán sujetas a una tarifa.
Los planes de precios para el esquema de soporte extendido de Windows 7, por ejemplo, comenzaron en 25 dólares por PC para el primer año de soporte, pero eventualmente se cuadruplicaron a 100 dólares por dispositivo de manera anual.
Canalys advierte que esto podría hacer que muchos usuarios opten por comprar computadoras nuevas en lugar de pagar las actualizaciones de seguridad.
Esto podría conducir a un aumento en la cantidad de desechos electrónicos.
La consultora señala que los proveedores de tecnología tienen la responsabilidad de extender los ciclos de vida de los productos.
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“Los fabricantes de equipos originales deben incorporar durabilidad, reparabilidad y reciclabilidad en el diseño de sus dispositivos, y los proveedores de sistemas operativos deben asegurarse de que estos dispositivos sean utilizables y seguros durante el mayor tiempo posible”, revela. Para la consultora, Microsoft podría ayudar a reducir el impacto ambien-tal de su decisión de poner fin al soporte de Windows 10 ofreciendo actualizaciones de seguridad gratuitas o reduciendo el costo de las actualizaciones pagadas.
"La compañía también podría trabajar con los fabricantes de equipos originales para garantizar que las computadoras sean más compatibles con Windows 11", agregó la empresa. Sin embargo, incluso si Microsoft toma medidas para abordar estos problemas, es probable que el fin del soporte de Windows 10 tenga un impacto negativo para todo el medio ambiente.