Por segunda vez consecutiva, la Fed bajó las tasas de interés en 25 puntos base para dejarla en un rango de 1.75 a 2%, aunque fue una decisión dividida porque se registraron tres votos contra esta decisión.
Se cumplió el pronóstico a pesar de los profundos desacuerdos que existen en el seno de la Reserva Federal sobre las perspectivas económicas y la forma en que debe responder el banco central estadounidense.
La tasa de interés referencial es un indicador que sirve para regular el flujo del dinero, pues entre más alto es el indicador, es más caro conseguir un crédito, pero si baja es más barato acceder al financiamiento y esto estimula el crecimiento económico y eleva la inflación.
En el comunicado, la Fed detalló que la decisión fue tomada debido a que la inversión fija de los negocios y las exportaciones se han debilitado.
Además, la inflación a 12 meses se mantiene por debajo de dos por ciento. “Las mediciones del mercado en la compensación de la inflación se mantienen bajas. Las mediciones de las encuestas para el largo plazo muestran pocos cambios”, añadió el documento.
Sin embargo, la Fed reconoció que hasta julio, los indicadores del mercado laboral se mantienen fuertes y que la actividad económica se ha incrementado a una tasa moderada.
“La creación de empleos ha sido sólida en el promedio de los meses recientes, y la tasa de desempleo se mantiene baja”, detalló el documento.