Ser pequeño tiene grandes ventajas y el nuevo Banco Accendo lo sabe muy bien, sobre todo cuando se trata de temas de seguridad financiera.
Ante los ciberataques y problemas que han reportado instituciones de mayor tamaño, es claro que la inversión en seguridad electrónica no es el único factor decisivo, sino también la dedicación y la rapidez en que se toman decisiones en los bancos pequeños.
“Hoy, en la banca, hacemos mucho en seguridad -comenta Raúl Ramírez, director de Sistemas de Banco Accendo- si vemos los presupuestos en materia de seguridad que invertimos en la banca son importantes pero la diferencia entre un banco grande y uno pequeño no solamente son los presupuestos, muchas veces también es la dedicación y el proceso que podemos manejar”.
En entrevista con El Sol de México, dijo que mientras otras instituciones bancarias caminan a pasos lentos en la implementación de medidas de seguridad electrónica, como biométricos (reconocimiento del iris, por ejemplo), el banco que representa incluirá fuertes medidas de seguridad en sus aplicaciones electrónicas.
“La biometría cada vez está más presente, hoy hasta en los celulares tenemos biometría, tanto facial como desde el punto de vista de huella, y en esto estamos trabajando y es precisamente oportunidad, ser un banco pequeño, en donde tenemos decisiones que pueden ir muy rápido para avanzar en estas líneas de seguridad que muchas veces, en otros bancos, más grandes, pueden tomar más tiempo este tipo de decisiones y en nuestro caso no, es simplemente decirlo y autorizarlo”, afirmó.
El 29 de agosto de 2017, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó en el Diario Oficial de la Federación, una serie de cambios a la Circular Única de Bancos para combatir el robo de identidad. Los cambios incorporaron el uso de datos biométricos (huella dactilar, principalmente) para la autenticación de los usuarios de la banca.
Sin embargo, pese a esta regulación, a finales de abril de este año, el sistema bancario mexicano fue objeto de ataques cibernéticos que implicaron, por lo pronto, pérdidas de 300 millones de pesos a cinco instituciones financieras.