FRANCFORT, Alemania. El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, considera que los bancos centrales deben mejorar la seguridad y eficiencia de los nuevos sistemas de pagos.
En un artículo en el informe trimestral del BPI, publicado este domingo, Carstens dice que "los bancos centrales tienen una función fundamental en los sistemas de pago, y los cambios que se están produciendo les obligan a redoblar sus esfuerzos y a asumir un papel más destacado en la mejora de la seguridad y la eficiencia de estos sistemas".
"El dinero y los sistemas de pago se basan en la confianza en la moneda -ya sea en su versión física o digital- y solo el banco central puede garantizar esa confianza", añade Carstens, exgobernador del Banco de México.
El mexicano observa como la innovación digital está desbancando los instrumentos e instituciones que históricamente dominaban los pagos, como el efectivo y los bancos.
Estos nuevos sistemas de pagos "son más rápidos, baratos y fáciles de usar", según Carstens.
Todavía mucha gente tiene un acceso limitado o no tiene acceso a un banco u otro tipo de cuenta para realizar pagos en países con economías emergentes, en donde es caro abrir una cuenta bancaria. "Los pagos transfronterizos siguen siendo caros y complicados", entre otras cosas, porque implican diferentes sistemas, divisas y regímenes legales y regulatorios.
Algunos bancos centrales estudian la posibilidad de crear su propia moneda digital para pagos minoristas, tras la aparición de proyectos como la libra de Facebook.
"Para que una moneda digital emitida por un banco central para uso minorista genere confianza y sea ampliamente utilizable ha de ser segura, accesible y tan cómoda de usar como el efectivo, y además debe proteger la privacidad", consideran Raphael Auer (BPI) y Rainer Böhme (Universidad de Innsbruck) en un artículo del informe.
El reto es diseñar una moneda digital que combine las virtudes de un pago directo al banco central con la conveniencia que ofrecen los intermediarios.