El presidente Andrés Manuel López Obrador no convenció al gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, para que le entregue anticipadamente el remanente cambiario que se ha producido en los primeros meses del año por la depreciación del peso frente al dólar, y que por ley tendría que recibir hasta abril de 2021.
Se deben cumplir el procedimiento y los tiempos para la entrega, respondió el Banco Central en un comunicado emitido después de la reunión en Palacio Nacional entre el responsable del Banco Central y el Presidente.
El artículo 55 de la Ley del Banxico establece que debe entregar al gobierno el remanente de operación anual a más tardar en abril del año siguiente, siempre y cuando se genere un saldo.
"Nos vamos a reunir para ver si los convenzo de que nos adelanten lo que nos tienen que dar en abril (de 2021) porque nos corresponde por la garantía que existe si hay depreciación de la moneda", había dicho el mandatario en su conferencia.
Al igual que las instituciones financieras, el Banxico obtiene pérdidas y ganancias en sus operaciones, a éstas últimas, en el caso del instituto central se les denomina remanentes porque su objetivo no es obtener utilidades sino garantizar la estabilidad de precios y la liquidez.
Las reservas internacionales del Banco Central están constituidas en dólares, por lo que la apreciación de esta divisa frente al peso genera ganancias cambiarias. En lo que va del año el billete verde se ha depreciado alrededor de 28 por ciento frente a la moneda nacional, pero para algunos economistas como Raymundo Tenorio no es posible asegurar que esta tendencia va a ser lineal todo el año.
En 2019 el tipo de cambio se mantuvo estable, e incluso el peso se apreció, por lo que se espera que en este mes de abril el remanente que el Banxico entregue a Hacienda será menor al de otros años.
En 2017, el Banxico transfirió a Hacienda un monto histórico por 321 mil 653 millones de pesos, generado en 2016, cuando la moneda mexicana se depreció 20 por ciento en medio de la incertidumbre que generó el triunfo electoral de Donald Trump y la caída de los precios del crudo.
Jessica Roldán, directora de Análisis Económico de Finamex Casa de Bolsa, comentó que la premura del gobierno de López Obrador por acceder a los remanentes obedece a la necesidad de obtener recursos luego de gastar prácticamente todo el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y otros fideicomisos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, entre 2019 y 2020 el gobierno habrá agotado 90 por ciento del FEIP para compensar los boquetes fiscales. En diciembre de 2018 el fondo tenía 297 mil 770 millones de pesos.
“El gobierno tiene necesidades extraordinarias, ya anunciaron que usarán los recursos del FEIP y de otros fideicomisos, entonces trata de encontrar de donde sacar más recursos y veía en el remanente del Banxico una opción”, dijo Roldán.
Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina de Barclays, dijo que la Ley es muy clara, el remanente se calcula después de un año fiscal, incluida la valuación de activos en donde están las reservas. Para adelantar la entrega habría que cambiar la Ley del Banxico, lo cual calificó de “riesgoso” porque daría la pauta para hacer más cambios que podrían ser contraproducentes.
López Obrador expresó desde el miércoles su deseo de usar ese remanente para pagar deuda. Por ley, el gobierno debe usar al menos 70 por ciento de lo que recibe al pago de deuda y el resto al FEIP o para fortalecer su posición financiera.
Con información de Xóchitl Bárcenas | El Sol de México
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