El Banco de México (Banxico) mejoró el pronóstico para la economía mexicana, al estimar contracciones entre 8.7 y 9.3 por ciento durante 2020 y advirtió que los niveles económicos prepandemia no se recuperarán hasta 2023, según su tercer informe trimestral del año.
“No obstante, si se cumplieran las previsiones en el límite superior, estos niveles podrían alcanzarse hacia finales de 2022”, añade el reporte.
Esta contracción del Producto Interno Bruto (PIB) es inferior a la que se proyectó en agosto pasado cuando se estimaba una reducción en la economía entre 8.8 por ciento y 12.8 por ciento.
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En marzo, cuando inició la pandemia por Covid-19 en México, Banxico proyectaba una contracción entre 4.6 y 8.8 por ciento, es decir hasta cuatro puntos porcentuales menos.
En su informe, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, subrayó que en la coyuntura actual persiste un alto grado de incertidumbre sobre la evolución futura de la actividad económica, al tiempo que consideró que la variable más importante en la recuperación será el consumo de la población.
En el mejor escenario de esta proyección, el Banxico supone una recuperación más acelerada producto de una mayor reactivación de los sectores económicos y del mercado laboral en general, así como un mayor impulso de la demanda externa para converger a un crecimiento inercial hacia 2022. Para este supuesto se estima una contracción del PIB de 8.7 en 2020, y un crecimiento de 5.3 y 2.7 para 2021 y 2022, respectivamente.
En el peor escenario se consideran afectaciones adicionales como la reimposición de medidas restrictivas y cierre temporal de negocios entre finales de 2020 y principios de 2021, para luego presentar una recuperación moderada en 2021 y con un crecimiento inercial hacia 2022. En este caso, la previsión para el PIB sería una contracción de 9.3 por ciento, y crecimientos de 0.6 por ciento y 3.8 por ciento en 2021 y 2022, respectivamente.
Asimismo, se dio a conocer que la incertidumbre alrededor de la duración y evolución futura de la pandemia, así como de sus efectos sobre la economía, aún son inciertos y seguirán incidiendo en el ritmo de normalización de la actividad económica, ya que se desconoce cuándo podría haber un tratamiento efectivo o vacuna disponible.
“Cabe mencionar que bajo el escenario central la actividad económica no recuperaría el nivel observado al cierre de 2019, previo a la pandemia, en el horizonte de pronóstico descrito, toda vez que, bajo un crecimiento inercial, este se alcanzaría hacia finales de 2023”, concluyó el informe.