El constructor aeronáutico estadounidense Boeing anunció el sábado en un comunicado que renuncia a adquirir el negocio civil de su competidor brasileño Embraer.
Un memorando de entendimiento, firmado por ambas compañías en julio de 2018, estipuló que Boeing tomaría el control de esta actividad por 4 mil 200 millones de dólares, lo que le habría permitido controlar el 80% del capital del nuevo grupo. El 20% restante habría permanecido bajo el control de la empresa brasileña.
Si bien la transacción debía finalizar el 24 de abril, Boeing ejerció su derecho de no ejecutar el pacto ya que "Embraer no cumplía con las condiciones necesarias", detalla el comunicado de prensa.
"Boeing trabajó diligentemente durante más de dos años para finalizar su transacción con Embraer. En los últimos meses, hemos tenido negociaciones productivas pero en última instancia infructuosas sobre ciertos términos del acuerdo que no se han cumplido", justificó Marc Allen, responsable de Boeing de esta operación, sin dar detalles sobre los criterios que truncaron la transacción.
"Queríamos resolverlos todos antes de la fecha límite, pero eso no sucedió", dijo.
Las dos empresas podrían haber decidido prolongar las negociaciones, pero finalmente desistieron de seguir con la operación.
El plan de fusión se anunció unos días después de la entrada en vigor de la asociación entre Airbus y la canadiense Bombardier, que permitió a los europeos tomar el control del programa Cseries.
Con la adquisición de Embraer, Boeing iba a competir con su rival europeo en el segmento de aviones regionales. Al mismo tiempo, permitiría que Embraer se beneficiara de la fuerza de comercial de Boeing.
El proyecto de adquisición había recibido luz verde de todas las autoridades involucradas, excepto la de la Comisión Europea.
Sin embargo, las dos compañías planean, según Boeing, "mantener su acuerdo existente, firmado en 2012 y extendido en 2016, para comercializar y apoyar conjuntamente el programa del avión de transporte.
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