Además de protestas, Bolivia, Chile y Argentina tienen en común la mayor reserva de litio

La región tiene 85% del litio disponible en el mundo, sin que hasta ahora haya logrado capitalizar la riqueza que representa ese mineral

Xóchitl Bárcenas | El Sol de México

  · miércoles 13 de noviembre de 2019

Foto: EFE

Las protestas sociales recientes no son el único factor en común para Bolivia, Chile y Argentina, los tres países conforman el llamado triángulo del litio, con la mayor reserva de un mineral estratégico en la fabricación de baterías para teléfonos celulares y autos eléctricos.

La región, según datos de los propios países, posee 75 por ciento del litio del mundo, aunque no produce una sola batería de este codiciado material que para Estados Unidos tiene carácter estratégico.

"La seguridad del suministro de litio se ha convertido en una prioridad para las empresas de tecnología en Estados Unidos y Asia", destaca un diagnóstico elaborado por el Servicio Geológico de la Unión Americana (USGS, por sus siglas en inglés).

En mayo de 2018, el Departamento del Interior de Estados Unidos y otros ejecutivos de agencias filiales, publicaron una lista de 35 minerales críticos que incluía al litio. Esto, en respuesta a una orden ejecutiva emitida por el presidente Donald Trump en medio de la guerra comercial con China y que busca fomentar la localización y extracción de minerales raros y reducir la dependencia del gigante asiático.

"Excluyendo la producción estadounidense, la producción mundial de litio en 2018 aumentó 23 por ciento, a 85 mil toneladas de contenido de litio de 69 mil toneladas de contenido de litio en 2017, debido al aumento de la demanda de litio para aplicaciones de baterías", cita el diagnóstico del USGS.

El estudio coloca a Australia, Chile y Argentina como los mayores productores.

En 2017 se observó un aumento de 74 por ciento en la producción mundial, debido, principalmente, a que Australia triplicó su aporte, con más de 11 mil toneladas que exportó a China para su procesamiento.

El USGS identifica recursos que suman 62 millones de toneladas, de las cuales Argentina posee 14.8 millones; Bolivia, nueve; Chile, 8.4; China, 4.5; EU, 6.8; Australia, cinco y Canadá, 1.9 millones.

Aun con sus enormes depósitos, Bolivia no logra consolidar su aprovechamiento.

Antes de la revuelta que derivó en la renuncia del presidente Evo Morales, Bolivia se preparaba para incursionar en la fabricación y venta de baterías de litio de la mano de la alemana ACI Systems.

Pero el 3 de noviembre, Morales anunció la derogación del decreto que autorizaba la sociedad, ante las protestas de los pobladores de Potosí, una población al suroeste del país que reclamaba más regalías por la explotación en la zona del salar de Uyuni, su mayor depósito del mineral.

Cerca de esa zona, pero en territorio chileno se localiza el salar de Atacama, un paraje desértico que alberga el segundo mayor depósito del llamado oro blanco. De esta zona salieron el año pasado 16 mil toneladas, 38 por ciento más que en 2017.

Por ahora son dos empresas las que lideran la extracción: la estadounidense Albermale y la chilena SQM, que no han sido ajenas a las presiones de grupos sociales que advierten sobre los riesgos hídricos.

Respecto a Argentina, un informe publicado este año por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de esa nación colocó al país con el mayor potencial en la producción de carbonato de litio del llamado triángulo del oro blanco.

Y no sólo son las reservas, Argentina tiene un marco normativo más favorable para las inversiones en la explotación de los salares, respecto a sus vecinos.

Pero como en Bolivia y Chile, esta actividad no es ajena a las protestas. "Litio para hoy, hambre para mañana", "No al litio", se leían en los carteles desplegados a principios de año por pobladores de la provincia de Jujuy, al noreste del Argentina. Una empresa canadiense que trabajaba en la zona abandonó sus actividades.

Agua dulce, agua salada

En condiciones más o menos similares, para la extracción de litio se hacen perforaciones profundas en el salar hasta llegar hasta la salmuera, agua saturada de sal, que contiene el mineral.

El agua salada se bombea hacia depósitos en donde se evapora durante meses, lo que queda es una solución rica en litio.

Para los detractores de esta minería, una de las principales preocupaciones es el acceso de las empresas a las reservas de agua dulce de los sitios donde hacen la extracción para limpiar maquinaria y otras actividades asociadas.

Con la pila al 100

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