Nunca es demasiado tarde para comenzar algo nuevo, sobre todo si tu supervivencia empresarial depende de ello. Así lo entendió José Aguirre, empresario con dos décadas en el ramo de la publicidad impresa y quien decidió nadar en nuevas aguas y sumergirse en el mar de la era digital. Su nueva empresa, Cachin Cachin, es un ejemplo de la importancia en los negocios de adelantarse a los cambios tecnológicos y hacerlos tus aliados antes de que éstos sean una sentencia de muerte.
Cachin Cachin es la primer cuponera digital de alcance nacional con la que mediante una app consumidores en todo el país reciben cupones y vales de descuento utilizando geolocalización en cuatro mil 500 establecimientos comerciales.
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De manera gratuita, usuarios reciben las promociones de acuerdo con sus hábitos de consumo y ubicación, que son canjeables al momento y representan ahorros en establecimientos locales o cadenas nacionales, como VIPS, Starbucks, Domino's o PF Changs, entre otros.
Mediante su uso los usuarios generan puntos que finalmente pueden ser canjeados por equipo electrónico, como celulares y drones que reciben sin costo.
"Lo hacemos con la intención de fidelizar a los usuarios, no nada más con el fin de que ganen puntos, sino que ahorren utilizando los cupones de los anunciantes.
"El negocio está diseñado para que el usuario encuentre muchos negocios y encuentre una aplicación amigable, sencilla de usar, atractiva y miles de pesos en ahorros", dice.
Para los comercios, por el otro lado, el modelo supone ahorros importantes. Por un año en Cachin Cachin las empresas pagan dos mil 400 pesos, mientras que la contratación de un espectacular puede costar aproximadamente 20 mil pesos al mes. La impresión de 10 mil volantes puede costar siete mil pesos.
"La plataforma está diseñada para beneficiar tanto a usuarios como anunciantes. ¿Qué negocio no quiere incrementar sus ventas y qué usuario no quiere ahorrar?", explica el veterano del marketing.
EVOLUCIÓN
Luego de 22 años en el negocio de la publicidad impresa, José decidió generar Cachin Cachin ante la progresiva muerte de su principal línea de negocios: los cupones impresos.
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Originario de Torreón, José fue de los primeros empresarios en franquiciar el modelo de las cuponeras por correo. Antes de 1996 se dedicaba al ramo de la limpieza de mobiliario para empresas y promocionaba su pequeña empresa mediante volantes.
"Amigos con empresas me decían que les empezara a repartir su publicidad. Junté a varios y los metí en un sobre, vendía las portadas y los repartía de casa en casa.
"Pasó el tiempo y uno de mis amigos me pidió que le vendiera una franquicia para llevarla a Chihuahua. Fue hasta que vendí la quinta franquicia que decidí formalizar el negocio", recuerda.
Publysorpresas, como terminó llamándose su empresa, evolucionó de los sobres con cupones a una agencia completa de publicidad, son servicios de serigrafía, espectaculares, imprenta propia y campañas enteras para grandes y pequeños comercios.
En su mejor momento y con presencia en las 32 ciudades más importantes del país Publysorpresas imprimía al mes aproximadamente 48 millones de volantes dentro de casi dos millones de sobres repartidos de puerta en puerta.
"Encontramos una oportunidad muy grande cuando mandábamos sobres a las casas, la gente los esperaba. Pero lo que mató ese negocio es que la gente dejó de ver el folleto y comenzó a buscar descuentos en sus redes sociales.
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"En publicidad lo digital, por el costo, por lo factible, por los alcances, ha ido desplazando a lo impreso. Nosotros cobrábamos seis mil pesos al mes lo que ahora consigues con 200 pesos en Internet. Se acabaron los negocios impresos en temas de publicidad", dice.
Cachin Cachin es el esfuerzo de este emprendedor de no dejarse desaparecer por la tecnología que le quitó todo el sentido al núcleo de su negocio de publicidad impresa, quien se acercó a la consultoría de franquicias Feher & Feher para darle forma el nuevo modelo.
"Estamos conjugando la experiencia de 22 años en un solo producto, que es Cachin Cachin.
Convertimos el papel en digital. Nos estamos sumando a la era digital, porque no era posible que continuáramos haciendo lo mismo de siempre.
"He visto cómo colegas y competencia han desaparecido, hay negocios de mi giro que ya no están, que eran negocios gigantes cuando empecé. Si no te adaptas a la tecnología te quedas atrás y tiendes a desaparecer", dice José recordando a la Sección Amarilla.
UN TWIST
Desde hace cinco años los sobres rellenos con publicidad dejaron de ser enviados y luego de casi dos años de desarrollo e investigación de mercado la app de Cachin Cachin salió al mercado en 2018.
El modelo de la nueva plataforma es uno particular, pues funde una economía relativamente nueva como la digital y un modelo ya tradicional que es el de las franquicias.
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Cachin Cachin se encuentra vendiendo su modelo a franquiciatarios con experiencia previa en ventas o dirección de equipos en el ramo para que lo importen a las distintas ciudades del país.
Con una inversión mínima de 125 mil pesos, los franquiciantes pueden comenzar a movilizarse con los comercios locales para venderles la idea de anunciarse dentro de la plataforma Cachin Cachin mediante los cupones.
La mitad de las ventas se quedan con el franquiciante y el resto para la central en Monterrey.
De esta manera Cachin Cachin puede masificar su alcance de ventas en comercios, lo que se traduce en que más establecimientos colocan cupones de descuento en la app y a su vez más personas pueden beneficiarse por los ahorros.
Además –explica– la idea es incluir a pequeños establecimientos que generalmente no cuentan con el capital o el conocimiento para incorporarse a una cuponera tradicional y así atraer a más clientes.
"Nuestro diferenciador con las cuponeras que hay es que comercializan entre el negocio que vende y el usuario de compra. Ellas cobran al cliente y ganan una comisión por la venta, y nosotros somos sólo un enlace que promueve y difunde a los comercios, nos encargamos que los cupones lleguen a los usuarios.
"Si nosotros logramos aportar para que la gente ahorre y que los negocios incrementen sus ventas ya logramos aportar un pequeño granito de arena para mejorar la economía", dice.
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Según las cuentas de Aguirre, un equipo franquiciante de cinco personas puede generarse ingresos mensuales por 60 mil pesos al mes con una venta diaria cada uno. Con esto el periodo de retorno de inversión es de un par de meses.
Así, dice, Cachin Cachin incentiva el autoempleo local, el consumo en pequeños comercios y a su vez le da ahorros a los consumidores.
"Dueños de muchos negocios que no le entienden a la tecnología o no le quieren entender, si no evolucionan o encuentran algo diferente, cómo adaptarse, terminan en un negocio que cuando se dan cuenta facturan 100, cuando facturaban mil. Aquí y en China el resultado final termina siendo el mismo.
"Hay que ser frío y calculador, si no le echas ganas, si no le echas coco y no te subes al barco para cuando te des cuenta éste se fue y ni cómo hacerle", finaliza.