La confianza del consumidor acumuló en abril su segundo mes a la baja, después de que entre diciembre y febrero marcó máximos históricos, de la mano del inicio de la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Aunque el resultado es menor al de marzo, se ubica muy por encima del dato de abril del año pasado.
Según la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor, los mexicanos son menos optimistas sobre la situación actual de la economía nacional en comparación con la de abril de 2018 y de las posibilidades que tienen los miembros de su familia para comprar muebles, electrodomésticos o televisiones.
La baja en la certeza ocurre en un entorno en el que organismos nacionales e internacionales redujeron las expectativas de crecimiento económico.
El Banco de México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Secretaría de Hacienda prevén un crecimiento económico de 1.6% en 2019, lejos del 4% promedio prometido por el Presidente.
En una editorial, el diario británico Financial Times advirtió que “la búsqueda autocrática de regeneración de López Obrador corre el riesgo de provocar un deterioro institucional y económico”.
“Su imagen de ser un hombre austero del pueblo ha sido un cambio bienvenido. Él ha introducido planes dignos, tales como pensiones más altas y un vasto programa de aprendizaje para jóvenes desempleados. A pesar de los costos, Wall Street ha estado satisfecho con su promesa de mantener el presupuesto equilibrado y las deudas bajas, como sucedió cuando fue alcalde de la Ciudad de México de 2000 a 2005. Sin embargo, éstas son evaluaciones a corto plazo”, detalló el rotativo.
MOODY’S PREVÉ DIFICULTADES
La desaceleración de la economía complicará la agenda política de la administración de López Obrador, pues habrá menos ingresos para concretar sus proyectos económicos, advirtió Moody’s.
El 30 de abril, el INEGI detalló que en el primer trimestre del año la economía creció 0.2% anual, mientras que al comparar el resultado del periodo eneromarzo con el de octubre-diciembre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 0.2%.
En un comunicado, la agencia señaló que “el débil crecimiento dio lugar a ingresos por debajo de lo presupuestado en enero y febrero, y en respuesta el gobierno recortó los gastos presupuestados”.
“En ese caso, al gobierno le resultaría más difícil cumplir con los objetivos presupuestarios, lo que haría más desafiante preservar su compromiso con la responsabilidad fiscal más allá de 2020, ya que busca equilibrar los objetivos de política económica, que incluye el apoyo financiero continuo a Pemex, una mayor cobertura de programas sociales y un mayor gasto en proyectos de infraestructura, incluida la nueva refinería”, detalla Moody’s.
La calificadora reconoció que las cuentas fiscales son manejables para el periodo 2019-2020, aunque eventualmente la falta de ingresos "generará tensiones”.
MALA RACHA
El mercado bursátil mexicano también fue lastimado por los datos del PIB, pues acumula 10 sesiones consecutivas en terreno negativo en las que el Índice de Precios y Cotizaciones perdió mil 409 puntos, es decir, una caída de 3.09 por ciento.
De acuerdo con Citibanamex, los resultados del primer trimestre de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores estuvieron por debajo de las expectativas. Julio Zamora, estratega en Citi para México, señaló que las débiles utilidades de las empresas ya estaban descontadas por los inversionistas, ante la “lenta actividad económica” del primer trimestre.