“Estamos entrampados en un debate donde no prevalece la racionalidad, principalmente en Washington. Es más, un tema de reacciones y decisiones a bote pronto con las que no vemos claras las tendencias reales”, resaltó Jaime Serra Puche, quien participara en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Quien fuera secretario de Comercio y Fomento Industrial en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, aseveró que el TLCAN es mucho más una parte de la solución que del problema pues ha puesto a la región en una posición de competitividad importante y cualquier medida de proteccionismo, atenta no solo en contra de la competitividad de los países involucrados sino del comercio mundial, por lo que imponer aranceles sobre la mesa de negociación “sería darse un balazo en el pie”.
El exfuncionario lamentó que Donald Trump acuse a México y China de la difícil situación económica que enfrenta el vecino país, “Eso es no entender el grado de integración que se ha dado en América del Norte, en comparación con la relación comercial entre Estados Unidos y China”.
Expresó que el déficit comercial de los americanos, la obsesión que ellos tienen, se explica mucho más por la falta de ahorro de la economía americana, “Estados Unidos no ahorra”, esa es la explicación y no por el régimen comercial que tienen. “Es un tema macroeconómico, no es un tema comercial y eso hay que hacerles
entender”.
Agregó que el TLCAN debe modernizarse bajo el principio de mejorar la competitividad de la región, sin ser proteccionista y con reglas claras, por lo que basar una negociación en el déficit comercial “es un tema absurdo porque el déficit comercial de un país no está determinado por su política arancelaria, sino por su política macro económica”.
TLCAN Podría retrasarse por elecciones presidenciales
“Este año no concluye la renegociación del TLCAN, la elección presidencial en México y las elecciones intermedias de Estados Unidos harán que la discusión se detenga y se retome hasta 2019”, aseguró Luis Rubio, presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo y el Consejo Mexicano de Relaciones Exteriores (Comexi).
“No se pueden tener negociaciones durante un proceso electoral, lo que va a pasar es que esto va a acabar en diciembre-enero, si acaba, acaba, sino se va a congelar hasta después de las elecciones, no hay de otra”.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, confió que la conclusión de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ocurra a más tardar al final de la primavera del próximo año.
“Esta es una negociación que tiene retos en términos de tiempo. El proceso electoral en México y la renovación del Congreso en Estados Unidos están alineando nuestros incentivos, es una restricción que Canadá no tenga.
“Estamos concentrados en encontrar una solución para el término de la primavera de 2018. Para que eso suceda esta negociación no puede ser abarcada como una negociación tradicional en la que se discutan todos los rubros, sino los temas prioritarios”, dijo.
Sin embargo, precisó que ello no quiere decir que por el tiempo México esté forzado a aceptar condiciones que no son lógicas. “El tiempo es un incentivo para alinearnos, pero eso no va incidir en el tipo de acuerdo y la calidad del mismo que se quiere para México”, afirmó durante su ponencia “El futuro de la integración norteamericana”, en el marco de IV Simposio Anual del Proceso Norteamericano.
Ante empresarios, políticos, profesores, profesionales y funcionarios, refirió que el TLCAN ha sido un elemento transformador en la economía mexicana y unificador en Norteamérica, sin embargo, sostuvo que en el desarrollo de las economías emergentes o en desarrollo resulta fundamental entender que se deben tener herramientas políticas para asegurar que los convenios comerciales, junto con buenas políticas, ayuden a mejorar el proceso.
“Los retos entre una economía emergente y una desarrollada son diferentes. El reto en México es encontrar el espacio en el que se pueda negociar el tratado con objetivos muy claros”, mencionó. Al respecto señaló que el primer objetivo es entender que el TLCAN, que tiene 22 años está listo para una modernización, y no hacerlo es perder la oportunidad de actualizarlo en la era electrónica, en las nuevas tendencias de energía en Norteamerica, con muchos ejemplos simples del por qué y cuáles serán los beneficios.
En ese sentido, recordó que el Tratado hace 22 años no incluía el capítulo de energía, porque entonces México prácticamente tenía un monopolio, pero ahora con la Reforma Energética se tienen más inversionistas en ese rubro.
Además, cuando se hizo el TLCAN no había celulares, no existía el comercio electrónico, y hoy se deben de incorporar esas nuevas plataformas en el proceso de negociación.
El funcionario dijo que éste transformó radicalmente la geografía económica de México, aumentó la capacidad de México para la exportación, ayudó a terminar con la dependencia del petróleo en el sector externo, también hubo una gran influencia en la exportación de manufactura y de minerales.
Sin embargo, sostuvo, al mismo tiempo el TLCAN creó una realidad de dos Méxicos, obviamente no debido al tratado, sino por la falta de políticas internas que ayudaran a equilibrar el desarrollo económico. A final de cuentas cinco estados, de 32 en el país, fueron responsables de la mitad de las exportaciones que México enviaba al mundo. Los estados del sur del país, juntos, no exportan más del dos por ciento del total que envía México, expuso.