A principios de enero pasado, cuando el gasolinazo generó malestar social e incertidumbre, comenzó a circular entre las redes sociales los hastags #AnímateSlim y #SlimparaPresidente, pidiendo al empresario Carlos Slim se postulara como candidato a la presidencia de la República en 2018.
A unos días de que cierre la autoridad electoral el plazo para solicitar una aspiración como candidato independiente y tras nueve meses de peticiones en redes sociales, sondeos y rumores colectivos sobre su posible participación en la contienda electoral, el hombre más rico de México se descartó de competir por la presidencia de la República cuando dijo que “los empresarios que quieren ser políticos, son más políticos que empresarios”.
“Los empresarios son una cosa y los políticos son otraquien quiere ser políticos necesitan de una gran vocación y compromiso”, dijo enfático durante su informe de recursos obtenidos por donaciones para los damnificados de los sismos de septiembre pasado.
Sin embargo, no es la primera vez que lo dice. En diciembre de 2017, el multimillonario mexicano otorgó una entrevista a la agencia de noticias Bloomberg en el que descartó algún día postularse a la presidencia de México. “(las de los políticos) son cosas muy diferentes a lo mío, en política las cosas suceden muy lentamente”, dijo en aquél momento.