La crisis por el Covid-19 y los despidos generados entre marzo y mayo llevaron a que 1.9 millones de personas se sumaran a la informalidad laboral en el quinto mes del año, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con la segunda Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), en mayo había 22.6 millones de mexicanos trabajando en la informalidad, lo que significó 51.8 por ciento de la población económicamente activa.
El Inegi subrayó que con este resultado la tasa de informalidad aumentó 4.1 puntos porcentuales comparado con la del mes previo, lo que significó su mayor incremento desde que hay datos, es decir, desde 2005.
La ETOE señaló también que en mayo dos millones de personas se sumaron a la subocupación laboral, es decir, tuvieron la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación les demandó.
La tasa de subocupación se ubicó en 29.9 por ciento, cifra superior en 4.5 puntos porcentuales a la de abril.
El Inegi señaló que población ocupada ausente temporal con vínculo laboral disminuyó en 3.1 millones entre abril y mayo de 2020.
La tasa de participación económica en mayo fue de 47.4 por ciento, cifra inferior en 0.05 puntos porcentuales a la del mes previo.
Con este resultado, se mantiene una variación a la baja de 12 millones de personas económicamente activas respecto al mes de marzo, esto debido a la suspensión laboral temporal ocasionada por las medidas de distanciamiento social.
“En términos generales los resultados del segundo levantamiento de la ETOE son similares a los reportados en el primer levantamiento referidos al mes de abril”, indicó el Inegi.
En cinco estados se concentra el desempleo
Los cinco estados en donde más trabajadores fueron despedidos a causa de la crisis por el Covid-19 son también los que más aportan a la economía del país.
En la Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Quintana Roo y el Estado de México medio millón de personas que tenían un empleo en el sector formal lo perdieron entre marzo y mayo, debido al cierre de empresas.
Estas mismas entidades aportan más de 41 por ciento del PIB nacional, al contar con 1.8 millones de unidades económicas, desde pymes hasta grandes corporativos, lo que significa una tercera parte del total en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De las cinco entidades mencionadas, Quintana Roo es la que menos aporta a la economía nacional, con 1.6 por ciento del PIB, pero fue la segunda con más empleos destruidos, 113 mil 398 en el trimestre que concluyó en mayo, principalmente por el cierre de la actividad turística.
La pérdida de fuentes de trabajo ya tocó fondo y la reapertura de industrias como la construcción a partir de junio impulsará la recuperación económica, aseguró ayer Gabriel Yorio, el subsecretario de Hacienda.
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