Los casinos del país cabildean con todos los grupos políticos una nueva legislación para el sector que impulse a la industria, garantice la seguridad de clientes y usuarios, termine con sitios en línea ilegales y aborde cuestiones de salud.
El presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México A.C. (AIEJA), Miguel Ángel Ochoa, contó a El Sol de México que esta iniciativa para reformar la actual ley, que data de 1947, será presentada en febrero por la bancada de Morena y aborda diversos retos de la industria.
Uno de los principales puntos que incluye esta propuesta es el de la regulación de permisos ya que, hoy en día, estos no se pueden renovar cuando concluye su vigencia.
“Queremos que en la nueva ley sea un derecho del permisionario poder renovar su permiso siempre que tenga todo en orden y no haya cometido faltas”, refirió.
También se busca regular la apertura de salas, para que estas se ubiquen en puntos específicos, a ciertas distancias de escuelas, hospitales o centros de culto, por ejemplo, además de promover destinos turísticos donde los casinos sean un atractivo.
“Hoy la gente que va a jugar a un casino vive en el mismo lugar, son vecinos prácticamente, pero no tenemos turistas, como sucede en Las Vegas. Queremos que se promuevan zonas turísticas, el turismo de juego, eso permitiría mejorar la economía de hoteles, casinos y de la localidad con más visitantes extranjeros”, explicó.
Para ello, la AIEJA prevé que se puedan promover destinos como Cancún, Los Cabos, Huatulco o el mismo Acapulco, que está en plena recuperación tras el paso del huracán Otis, y que son lugares que cuentan con infraestructura turística.
Una parte sustancial de esta iniciativa, añadió Ochoa, es el juego en línea, ya que sólo 40 por ciento de los sitios para apostar por internet en el país es legal.
En ese sentido, la propuesta es que aquellos portales y aplicaciones que incumplan con la normatividad sean detectados por la Policía Cibernética y se les bloquee la señal para que no puedan trabajar en el mercado
“Eso ayudaría a todos, a recabar mejores impuestos y generar mayores empleos, además de que asegurar que el juego está bien protegido evita, por ejemplo, que jueguen menores de edad o que la gente pierda su dinero en estafas”, comentó.
La iniciativa también pone énfasis en los temas de seguridad y salud, para crear un marco de vigilancia en estos establecimientos y zonas de escape para evitar incidentes y priorizar la integridad de clientes, proveedores, empleados y permisionarios.
En materia de salud, el presidente de la AIEJA destacó dos puntos, el incluir aspersores de humo en los casinos para permitir que la gente fume sin hacer daño a otros y que se atienda el tema de la ludopatía.
“Buscamos que la ludopatía se considere como una adicción. Hoy no está en la lista de enfermedades de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) ni en la Ley de Salud. Nosotros lo que hacemos es capacitar a empleados para detectar a personas en crisis o riesgo de ludopatía para que los canalicen o los orienten”, apuntó.
Sector en crecimiento y con retos
El sector de los casinos tuvo en 2023 su mejor año postpandemia, aseguró el presidente de la AIEJA, con la apertura de todos estos negocios, aforos iguales a los previos a la crisis sanitaria y el pago de cerca de 15 mil millones de pesos en impuestos a la federación, los estados y municipios.
Al cierre del año pasado había en el país 430 salas abiertas, esto es 56 más de las que se tenían al inicio de 2020.
Para este año, la AIEJA estima que el país cuente con 450 salas y mantenga un crecimiento moderado, pero similar al que se registraba previo a la crisis por Covid-19.
“Esto nos daría un crecimiento de cinco o seis por ciento. Será un crecimiento muy tenue, pero positivo, sobre todo si se considera que es año electoral”, comentó Ochoa.
En ese sentido, destacó que uno de los principales retos para el sector este año es el de sortear las elecciones y, posteriormente, entablar diálogo con el gobierno entrante, ya que reconoció que la industria no es bien vista por los políticos y la sociedad, por lo que les cuesta mucho obtener permisos para nuevas salas.
Respecto a los clientes, Ochoa destacó que pasaron de cinco millones anuales en 2019 a 7.5 millones el año pasado.
➡️Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Para 2023, concluyó el directivo, hay espacio de crecer al doble, tanto en el número de clientes como en ingresos y la generación de impuestos.