Los productores de flores de cempasúchil, crisantemos, claveles, terciopelo y nube, que adornarán ofrendas, altares y tumbas en los cementerios en todo el país estos días 1 y 2 de noviembre, esperan ventas superiores a los cuatro mil millones de pesos al cierre de este 2023.
De acuerdo al Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en 2022 la producción fue de 15.4 millones de gruesas; 3.4 millones de plantas; 1.4 millones de manojos y 24 mil 122 toneladas de dichas flores.
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Los floricultores nacionales, según la Secretaría de Agricultura, iniciaron los primeros cortes de flores a finales de septiembre y de manera regular en octubre para recibir a tiempo, con las principales variedades de flores a los seres queridos ausentes.
Para estas tradiciones que se acompañan con decorados de papel picado, calaveritas de azúcar, frutas, pan de muerto, veladoras, copal, incienso, veladoras, las flores las encuentran en maceta, gruesas, toneladas, manojos o docenas.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, dijo que esta producción de flores es el resultado del esfuerzo de los productores a quienes se acompaña, para que mantengan vivas las tradiciones y costumbres tanto en México como fuera de sus fronteras.
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El Día de Muertos es ocasión para honrar la memoria de los seres queridos ausentes y al mismo tiempo, una oportunidad de proyectar las flores emblemáticas a nivel nacional e internacional.
El año pasado se sembraron dos mil 811 hectáreas de crisantemo, que es la flor ornamental de mayor volumen de producción en el país. Su cosecha alcanzó 11.2 millones de gruesas y un millón 115 mil plantas. El valor de producción fue de dos mil 503 millones de pesos.
El Estado de México aportó 10.5 millones de gruesas. Los municipios de Villa Guerrero, Tenancingo y Coatepec Harinas, son los principales productores a nivel nacional. Le siguen Puebla, con 579 mil 135 gruesas y Morelos, 88 mil 245 gruesas.
Informa la Secretaría de Agricultura que de la flor de terciopelo, hermosa en su color obispo, agradable aroma y tamaño, que se utiliza sobre todo para los altares de los niños difuntos o angelitos, el año pasado se produjeron casi medio millón de manojos en 256 hectáreas.
En los cortejos fúnebres se utiliza la flor de nube e incluso el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, las tumbas de los niños se ornamentan con nube que simboliza la pureza. De esta flor se contabilizaron 440 mil 776 manojos, el año pasado.
Y de cempasúchil o flor de 20 pétalos, se utilizan para los caminos que guían a las almas de los difuntos, porque con sus colores brillantes anaranjado y amarillo y su aroma, guardan el calor del sol.
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En 2022 se sembraron dos mil 289 hectáreas y la producción fue de 2.3 millones de plantas; 490 mil manojos; 19 mil 307 toneladas y 984 gruesas. Su valor de 184 millones de pesos.
Fueron las alcaldías de Xochimilco y Tláhuac, en el Ciudad de México y el municipio de Atlacomulco en el Estado de México, las que aportaron 1.2 millones de plantas de las 2.3 millones de la producción nacional.