El presidente de Chile, Gabriel Boric, presentó este miércoles su ya anunciado proyecto de reforma de pensiones para jubilados, contemplando los actuales y los futuros, el cual modificará gran parte de este sistema.

Principalmente, se pretende eliminar las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en 24 meses en caso de que se apruebe la iniciativa, pero para entender el impacto de los cambios, primero se necesita conocer a las AFP.

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Implantado por la dictadura de Augusto Pinochet, el sistema fue pionero en la región al establecer la capitalización individual y en desechar el modelo de reparto y, a su vez, criticado durante años.

En él, los trabajadores están obligados a aportar el 10% de su salario mensual a una cuenta personal a la que tendrá acceso cuando se jubile. En el caso de los hombres a los 60 años y mujeres a los 65.

Este monto es tutelado por una de las siete Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que existen.

¿Qué son las AFP?

Son empresas privadas reguladas por el Estado que obtienen ganancias millonarias al invertir el dinero de los trabajadores en el mercado, las cuales suman cerca del 8% del PIB chileno.

Están divididas en cinco tipos de fondo (A, B, C, D y E) a los que el empleado debe afiliarse en función de su aversión al riesgo.

Quienes defienden el sistema argumentan que este modelo ha contribuido al desarrollo del mercado nacional y al crecimiento económico, pero sus opositores consideran que solamente ha beneficiado exclusivamente a las élites y que sólo funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto.

¿Cómo quedará el sistema de jubilación si la iniciativa de Boric se aprueba?

Desde el principio de su discurso, Boric explicó que el primer cambio será la eliminación de las AFP y en su lugar, nuevas entidades privadas se centrarán en invertir los fondos provisionales, mientras que un actor público invertirá para aumentar la rentabilidad de los fondos.

Ambas estructuras tendrán que competir eventualmente, lo cual no sucede ahora.

“Las AFP en esta reforma se terminan, existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales, y además existirá una alternativa pública, que permitirá aumentar la competencia con nuevos actores”, explicó Boric.

En segundo lugar, la Moneda propuso un sistema contributivo mixto, el cual está dividido en los tres siguientes pilares:

• Se mantiene el sistema de capitalización individual, es decir, el aporte del 10% por parte del trabajador.
• El aporte proveniente del Seguro Social, del 6%, estará a cargo de los empleadores.
• El aporte que hace el Estado mediante la Pensión Garantizada Universal (PGU) será aumentado a 250 mil pesos chilenos (261.96 dólares).

Finalmente, la propuesta es que el trabajador tenga más libertad de elección en cuanto a sus ahorros, así que se busca implementar también:

• Se mantiene la propiedad individual
• Se podrá heredar
• No serán jamás expropiados
• Se podrá elegir quién invertirá los fondos de pensiones (esta opción no existe, pues los chilenos están obligados a estar en una AFP)

El proyecto también contempla la posibilidad de crear un Fondo Integrado de Pensiones, o un nuevo seguro social que será financiado por los aportes del empleador que aumentará gradualmente hasta llegar al 6% y permitirá cubrir las lagunas previsionales de quienes quedaron desempleados.

Con información de EFE